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Según expertos, los adultos mayores necesitan de más estímulos para tener relaciones sexuales.Archivo

¡El sexo en la vejez es igual de excitante!

¿Qué tan cierto es que el coito en la tercera edad disminuye o, incluso, desaparece?

El sexo de los abuelitos siempre ha sido motivo de curiosidad en la sociedad, a tal punto de que hasta en una popular canción hacen referencia sobre ello... “mi abuelito con mi abuelita, de vez en cuando canchis canchis”, dice parte de la letra de dicha tonada.

Pero, ¿qué tan cierto es que el coito en la tercera edad disminuye o, incluso, desaparece?

El urólogo y sexólogo, César Marino, aclara que la vida sexual continúa en la vejez. Sin embargo, la creencia no es puro ‘cuento’ y tiene algo de cierto debido a la naturalidad de los cambios en el cuerpo humano.

“En esta época hay un deterioro de las hormonas y, por lo tanto, van a haber niveles de testosterona totalmente bajos. Eso va a interferir en menor deseo sexual, pero tampoco significa que se elimina el deseo”, explica.

Agrega que las erecciones pueden ser esporádicas pero, ‘pilas’, sí las hay y de “buena calidad”. Y para garantizarlas, la pareja es un apoyo fundamental, pues debe contribuir a generar más estímulos.

“Es por eso que el hombre de la tercera edad necesita más que lo besen, que lo acaricien, que le hablen y lo exciten”, indica Merino.

En el caso de las mujeres, la disminución del estrógeno hace que también baje un tanto el apetito sexual y eso repercute, además, en menos lubricación vaginal. Por ello también, al igual que en el caso masculino, las féminas requieren aumentar el tiempo del juego previo.

La dulzura es el éxito

Los cambios fisiológicos que experimentan ellas y ellos, hace que busquen subir la ‘calentura’ pero de un modo más romántico, según comenta el psicólogo y máster en sexología, Rodolfo Rodríguez.

“El adulto mayor tiene un encuentro sexual más cargado en afecto y en emociones. Es más tierno, es más de caricias, de abrazos, de ternura, de estimulación de zonas erógenas más que de la misma penetración como tal”, puntualiza Rodríguez.

El especialista compara el sexo en la vejez a la experiencia de disfrutar de un buen vino, saborearlo y percibir su aroma paulatinamente, casi a nivel ceremonial.

“La penetración es un acto importante y cumple un rol en el adulto mayor, pero ahí no es donde recae toda la parte del placer”, dice Rodríguez.

Cosas que luego pasan factura

El sedentarismo y la mala alimentación repercuten de ‘viejitos’ para tener o no una buena condición física a la hora del sexo. Es algo claro y que cae por su propio peso. Pero hay dos factores que son tóxicos para tener una vida plena en la cama: el alcohol y el tabaco.

Rodríguez refiere que tomar licor y fumar compromete la parte vascular y los tejidos, que no pueden ser regenerados. Cuando el fumador y el tomador crónico dañan los tejidos a largo plazo, en la ancianidad se presentan los estragos porque precisamente esas partes del cuerpo permiten que circule sangre en los órganos sexuales.

Lo ‘chevere’ de la pasión en la vejez y consejos

En los caballeros, la ventaja de ser muy mayor es que se adquiere un “mayor control eyaculatorio”, cita Merino. En cambio la mujer llega más rápido al orgasmo.

El urólogo recomienda que para tener buenas rutinas coitales a una avanzada edad se debe consumir alimentos con zinc, cobre, magnesio y hacer ejercicios para mejorar la generación de hormonas y testosterona. Además, la actividad física facilita el flujo de sangre en la zona pélvica.