¿Squirt, orina o eyaculación ?

El squirt —literalmente chorro, en inglés— sigue siendo una novedad para muchas mujeres. Esto se debe a que no todas consiguen dominar el arte del squirting, pero vale la pena intentarlo.

Este fenómeno sexual —que consiste en la expulsión de fluidos— no es lo mismo que la eyaculación femenina ni la masculina. De hecho, en 2015, un estudio —publicado en el Journal of Sexual Medicine— encontró que ese líquido está compuesto principalmente de orina y viene de la uretra.

Según un artículo de Buzzfeed, no es necesario llegar al orgasmo para que ocurra. Ni siquiera es necesaria la penetración. El ‘squirt’ podría ser causado por estímulos involuntarios y “no hay ninguna predisposición anatómica que indique si una mujer es más probable experimentarlo”, se explica en el texto.

Pero...¿Qué es exactamente el squirt?

Resulta que este líquido abundante y transparente contiene urea, ácido úrico y creatinina. Así pues, este fluido expulsado es orina diluida procedente de la vejiga, fruto de la relajación muscular.

Según una investigación de 2011 realizada por Emmanuele Jannini, durante el acto sexual se pueden producir desajustes en los niveles de una hormona llamada vasopresina, responsable de concentrar orina en los riñones. De hecho, es la razón por la que tras el coito tenemos mucha sed y ganas de ir al baño.

Esta orina está tan diluida que es difícil identificarla como tal. Por eso, en muchas escenas eróticas de la industria pornográfica, las actrices que quieren producir squirting beben grandes cantidades de agua.

Por el contrario, la eyaculación femenina habitual es un líquido con otra textura y composición, que se produce en la glándula de Skene, una suerte de próstata femenina, y que se ubica al lado de la uretra.

Las cantidades de líquido expelido son muy variables, todo depende del número de glándulas y su tamaño. Pero si es squirting, no hay forma de expulsar tanto líquido si no se mezcla con orina, pues aparte de la vejiga no hay lugar donde almacenar tal cantidad.

La ‘squirter’ colombiana

Ya no es un secreto que tener relaciones sexuales con frecuencia podría ‘alegrarte’ los días. Sin embargo, si lo haces durante un semana sin parar, es posible que empieces a notar algunos cambios en tu manera de disfrutarlo. Y fue una ‘squirter’ colombiana, que no reveló su nombre, quien explicó después de 8 días seguidos de sexo.

Es que así como existen quienes practican sexo solo por placer, también hay quienes han decidido estudiarlo, como en una especie de investigación sin fin, de forma más bien experimental.

Estas personas asisten a festivales de sexo, charlas sobre eyaculación y están constantemente innovando en sus relaciones sexuales. En fin —como dice la ‘squirter’— estudian el orgasmo como a un planeta.

En un artículo publicado en Vice, la autodenominada ‘squirter’ cuenta como a medida que van pasando los días, los orgasmos y las sorpresas van llegando. Las ganas de tener relaciones íntimas van y vienen, pero sobre cualquier dificultad, logró alcanzar su meta final de ocho días de sexo seguidos.

Las conclusiones a las que llegó luego de su experimento fue que incluso cuando no hay amor, el sexo funciona. Y a las mil maravillas.

Durante el experimento hubo días en los que no sentía deseos por tener relaciones íntimas, ni mucho menos de ver a su pareja. Sin embargo, una vez que empezaba la acción, todo fluía sin contratiempos.

Los estados de ánimo quedaban a un lado y la depresión no entraba al cuarto. Hubo días en los que tenían tiempo de forjar una verdadera batalla sexual, pero también fue necesario acudir al muy tradicional ‘rapidito’. Todo con el fin de cumplir la meta.

Aunque la actividad sexual sin amor sea posible, la ‘squirter’ también reconoce que el vínculo entre la cama y los sentimientos sigue siendo fuerte.

Un estudio realizado por la Universidad de Bonn (Alemania) señala que cuando se involucran sentimientos entre las sábanas, se garantiza una relación mucho más estable. Esto se debe a una cuestión química: la oxitocina que se produce en el cerebro.

Esa hormona estimula el contacto entre las parejas y que, gracias a las relaciones sexuales, se consiguen mantener altos sus niveles, potenciando la relación sentimental, aumentando el atractivo de la pareja y fortaleciendo vínculos que favorecen la monogamia.

‘Datito’ extra

Cosmopolitan realizó una encuesta sobre eyaculación femenina a 2.300 mujeres de entre 18 y 40 años. La revista dio a conocer los resultados, que en términos generales, no se encuentran en el mejor estado posible. Pues el 57 % de las encuestadas dijo alcanzar el orgasmo cada vez que tenía relaciones sexuales con su pareja, sin embargo el 67 % de las encuestadas aceptó haber fingido alguna vez un orgasmo y 39 % aseguró solo lograr sus orgasmos masturbándose con la mano o con un juguete.