Con un ‘clic’, Silvana Torres conoció al amor de su vida. Tenía 16 años y cursaba uno de los últimos años del colegio en el cantón Milagro, de la provincia del Guayas.

Un día, por ‘encame’ de sus amigas, la presentadora del programa de farándula ‘De boca en boca’ se creó una cuenta en la red social elchat.com, que hace una década era el sistema que estaba de moda para hacer amigos a través de internet.

En este sitio, ‘La veneno’, como se hace llamar, conoció a Xavier Santamaría, un muchacho guayaquileño, alto, moreno, siete años mayor que ella, pero eso no le importó y empezaron a salir, cuenta emocionada. Se acomoda, suspira y es sincera al decir que ‘su negrito’, como lo llama cariñosamente, la conquistó a punta de mimos y detalles que hasta ahora mantiene.

“Siempre fue un buen chico y se proyectaba a futuro, nunca me asusté”, reseñó. Al principio, no lo tomaba en serio, pero siguió con él y a los 18 años se convirtió en su esposa. Se mudaron a Guayaquil, la ciudad que se convirtió en su ‘nidito de amor’.

Habla hasta por los codos

A Silvana se le nota que es periodista de farándula. Le encanta hablar, tanto que a veces no deja a su ‘negrito’ ni pronunciar una sílaba. “Yo le digo: ‘pero tú qué opinas (cuando hablan de cierto tema)’, y él responde ‘es que no me dejas hablar’”, comenta, y luego lanza una carcajada.

El esposo de ‘La veneno’ es militar, por eso ha vivido en varias ciudades. Ahora está en Esmeraldas y este jueves arribará a Guayaquil. Silvana lo espera con ansias porque hace diez días que no lo ve. Ya quiere que pase el tiempo para que a Xavier le den el pase a Guayaquil y puedan estar juntos. Aquello será en dos años, tiempo que espera para embarazarse de su primer hijo. Ella ya quiere ser mamá.

Aunque no parezca, Silvana revela que es una persona muy sensible y que a veces ‘llora por todo’, pero los gajes del oficio la han hecho un poco ‘corazón duro’ y ya no le afecta todo lo que le dicen. Está concentrada en su carrera y en su amor.