¿Por qué te sigues preguntando si el tamaño importa?

Las dudas que se despiertan en torno a la sexualidad nunca paran y una de las ‘clásicas’ preguntas que suele rondar la mente de los curiosos está relacionada con el largo del miembro masculino.

El debate inicia con dos simples posturas, el sí y el no. Según mencionan ABC y diario El Español, los antiguos griegos tenían cierta preferencia por los penes diminutos. Esto se demuestra en las innumerables esculturas que, pese a poseer grandes músculos y masculinas facciones, muestran un órgano reproductor considerablemente pequeño.

La razón para invertir más barro en músculos y rizos que en un voluminoso pene es más seria de lo que pueda parecer. “En la antigua Grecia, un pene pequeño era un aspecto codiciado por el macho alfa”, dijo el experto en antigüedad clásica, Andrew Lear, profesor en Harward, Columbia y New York University a Quartz.

Los falos de gran tamaño eran vistos con recelo pero no por los motivos que te estás imaginando. Los penes grandes podían significar un escaso control de los impulsos y la incapacidad de actuar con moderación.

El ejemplo perfecto para ilustrar esto es la diferencia entre las representaciones de héroes o dioses y sátiros. Los primeros —con el miembro reducido pero grueso y vigoroso— eran asociados con los hombre ideales; mientras que los segundos eran interpretados como vulgares y salvajes.

Sin embargo, los tiempos cambian y lo que se consideraba como atractivo o correcto también pasa al olvido.

La BBC recogió el testimonio de Ant Smith, un hombre que alcanzaba los diez centímetros cuando su miembro se encontraba erecto. En su historia, el hombre relataba las dificultades que tuvo que pasar hasta llegar a aceptar su físico.

Smith dijo que toda su vida se sintió inseguro sobre su aspecto y rendimiento en la cama, además que el sexo se convirtió en un desafío. La preocupación por el qué dirán lo llevó a evitar ciertas cosas como usar baños públicos.

Los expertos consultados por la cadena británica mencionan que incluso existe un trastorno para esta preocupación y que se conoce con el Síndrome del Pene Pequeño (SPS, por sus siglas en inglés). Para la experta consultada “los hombres afectados pueden ser también diagnosticados con dismorfia corporal (BDD), en este caso por una preocupación excesiva y angustia sobre el tamaño de su pene”.

Problemas de inseguridad y ansiedad también pueden hacerse presentes.

Pero si cuestionar el tamaño de los miembros sexuales afecta tanto, ¿por qué lo seguimos haciendo?

Los expertos sexólogos de la marca sueca de juguetes eróticos de lujo LELO creen tener la respuesta, y la resumen en tres factores:

1. El tamaño... pero de la vagina

La longitud de la vagina y el cuello uterino son los que en verdad terminarán ‘definiendo’ si una relación será placentera o dolorosa.

Una vagina promedio mide alrededor de 14 centímetros, pero si un pene es más largo puede producir molestias.

2. Todo está en la mente

Los factores psicológicos y emocionales como la autoestima resultan afectados. Como el testimonio de Ant Smith, las relaciones sexuales pueden convertirse en un reto.

3. Fertilidad

Aunque la fertilidad se mide por la calidad del esperma, LELO afirma que algunos estudios empiezan a establecer relaciones entre la fertilidad del hombre y el tamaño de su miembro.