SUSCRÍBETE
Diario Extra Ecuador

Buena Vida

¡Tecno cumbieras trans experimentan la aceptación del público!

Unas cantan y otras bailan, pero lo cierto es que son unas artistas profesionales en el escenario. Cuidan cada detalle de su imagen que la gente no se da cuenta...

Las integrantes de este grupo musical han viajado a varias partes del país.

Las integrantes de este grupo musical han viajado a varias partes del país.Mariuxi Cáceres

Publicado por

Creado:

Actualizado:

“Matita de limón, de ti yo me despido, matita de ti yo me despido, ábreme la puerta, negra, que me vengo a despedir... ¡Somos Las diosas del deseo...!”, dicen en coro las tecnocumbieras trans, al terminar de cantar un tema en un populoso barrio de Pascuales, en el norte de Guayaquil.

Bailan bien y hacen una buena coreografía. Tienen voz femenina por las hormonas que se inyectan. Se arreglan y se visten acorde a cada presentación.

Tienen sus trucos de belleza a la hora de transformarse, y sus ‘pompis’ y bustos se deben a las operaciones. Además, hacen dieta para no engordar y mantener un abdomen plano. Comen muchos vegetales.

Las tecnocumbieras manejan muy bien los tacos altos, pero revelan que dejaron las botas de lado, porque consideran que pasaron de moda y porque son muy calurosas, no las resisten.

En un principio no les fue fácil, porque tuvieron que soportar las mofas de cierto público, pero con el pasar de los años el comportamiento negativo cambió. Ahora se sienten tratadas como lo que son, cantantes.

Cada trans tiene una vida personal, una familia, un novio o un marido que las apoya en su carrera.

Aunque la mayoría estudia una profesión universitaria, otras son expertas en la rama de la belleza, así que arreglarse para una presentación no les resulta nada difícil, son mágicas.

Se toman el tiempo necesario, porque son detallistas al máximo. Comienzan con las cremas en el cuerpo, luego las pestañas postizas, las cejas, las uñas, el maquillaje, las extensiones, las medias nylon, los zapatos y el vestuario.

Cada una tiene su forma de evitar que se note lo que tienen entre sus piernas. Unas usan cinta adhesiva con la que se lo ‘pegan’ hacia atrás. “Ningún hombre hetero haría lo que nosotros hacemos, venimos a este mundo preparadas”, dice Itati Vargas, una de las fundadoras y vocalistas.

Ella es estudiante de comunicación social y además es conductora de un programa televisivo en Babahoyo. Cuando el grupo no tiene presentaciones, se gana la vida como animadora de eventos.

Dice que la organización musical tiene más de diez años de creación. Comenzaron imitando al grupo femenino ‘Deseo’ y posteriormente lograron tener su propia identidad y nombre.

“No pensamos llegar a cantar, hacer coros y todo lo demás, tan bien”, dice la trans, quien también ha sido reina de belleza de su comunidad.

Han recibido el apoyo de varios artistas que les enseñaron y les dieron tips de cómo presentarse en vivo y cantar a capela. Fue una larga preparación.

“En la sociedad en que vivimos no es fácil abrirse camino, pero nos las ingeniamos”, comenta Itati.

En diez años se han presentado en varios sitios, como en El Triunfo, Naranjal, Milagro y Daule. También en las provincias de El Oro y Los Ríos. “La gente nos contrata por ver algo diferente”, manifiesta la vocalista.

Para recibir a una nueva integrante existen reglas en la organización. Ella debe tener buena voz, pero también busto, ‘pompis’ y ser muy femenina.

“Nosotros le decimos al público que somos trans y se queda sorprendido. La gente nos dice que somos guapísimas”, acota Mía Cataleya.

Cobran entre quinientos y seiscientos dólares, pero si el espectáculo es fuera de Guayaquil, el precio aumenta, dependiendo de la distancia. Cantan tecnocumbias, tecnomerengues y próximamente reguetón. “Tenemos música que pega y que la gente baila...”, señala Cataleya.

Kasandra Ronquillo es técnica programadora de sistemas, pero muy pronto se graduará de asesora de imagen y maestra de belleza.

Es la manager de la agrupación musical. “Todo comenzó como un hobby, con tres chicas”, dice la rubia trans. Empezaron con la canción ‘Conejito’. Ella es quien financia los gastos de la agrupación.

Recuerda cuando durante una presentación una de las chicas se cayó. “Corrimos... nunca nos había pasado esto”, cuenta riéndose.

Con su pareja tiene diez años, es un hombre que trabaja en un buen cargo y debe estar bien presentado. Los dos sostienen el hogar.

“El trato con mi pareja fue que me dejara hacer mis actividades musicales, siempre y cuando no me descuide de él”, comenta. Lo que más le gusta a esta trans es cocinar, pero lavar no, por lo que la ropa de su marido se la encarga a una señora a la que le paga.

Aparte de cantar, se dedica al tinturado de cabello, pero su aspiración es entrar en un canal de televisión como asesora de imagen. Ingresó a su hermana menor trans, Viviana, que también trabaja como administradora en un bar.

“Soy la más sexy por mi forma de vestir”, dice Sahoya Santos, “Ingresé a los quince años, lo hice a través de un casting, soy una de las coreógrafas y vocalistas”, indica la joven.

Esta trans posee un cuerpo esbelto a base de hormonas. Hace unos años participó en el concurso de la ‘Shakira ecuatoriana’, el cual ganó.

Cree que heredó la música de su padre, quien es cantante. “Tengo también un tío que tiene una orquesta en Ventanas”, señala.

tracking