¿Qué hacemos si nos quedamos sin celular?

Los teléfonos móviles se han convertido en una herramienta indispensable en el día a día. En Ecuador, por ejemplo, un total de 8’482.236 personas tienen celular. De esos, 4’484.087 poseen un teléfono inteligente, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

Su utilidad responde a varias necesidades humanas. Y es que apenas toma unos cuantos minutos instalar aplicaciones que pueden desde ayudar a los usuarios a controlar el peso hasta encontrar el amor en la red.

Aunque la tecnología llegó hasta nosotros para hacernos las cosas un poco más fáciles, a veces quedarse sin celular puede causar desesperación en más de un usuario. En estas situaciones, esas personas presentan miedo a no estar conectados. Una sensación, que puede transformarse en un problema de salud grave.

Pero, ¿qué podemos hacer si nos quedamos sin móvil?

El psicólogo Sergio García —citado por Efe Salud— asegura que es posible y necesario aprender a gestionar el tiempo sin el celular. Estos son sus tres tips para empezar a ‘despegarnos’ de la pantalla:

- Recuerda que lo más importante es el tú a tú.

“Aprovecha la oportunidad de que no tienes móvil para relacionarte con los demás en directo, personalmente, mirando a los ojos o haciendo efectivas otras formas de comunicación”, sostiene.

- Aprovecha para ver cómo se vive sin estar pendiente del teléfono móvil.

Según este experto, “sería bueno comprobar que cuando estamos sin móvil no estamos dependiendo de él”.

- Dedicar tiempo a otras actividades.

Aprovecha para leer un libro, el periódico, dar un paseo, tomar el aire, estar en contacto con la naturaleza...

Ser víctima del móvil

Detrás de una persona cuya autoestima y seguridad se ve reducida de manera drástica tras alejarse de estos dispositivos, suele estar una persona con un perfil nomofóbico.

La tendencia recibe su nombre de la abreviatura de la expresión inglesa “no-mobile-phone phobia”, significa el pánico a no llevar el teléfono encima. Miedo, ansiedad, obsesión, necesidad de volver a utilizar el teléfono son algunos de los síntomas.

Asimismo, otra de las consecuencias perjudiciales de los dispositivos móviles tiene que ver con los daños físicos, tales como molestias en los dedos, muñecas, cuello o incluso en otras regiones.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, señala que el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer ha clasificado los campos electromagnéticos producidos por los teléfonos móviles como “posibles carcinógenos para los seres humanos”.