Soltero y sin hijos, Tomás Freire se siente feliz cuando está rodeado de sus sobrinos a los que trata con ternura. Ellos son los que llenan los días de este guayaco, de 35 años, quien es el encargado de llevarlos al parque, dejarlos en la guardería, trasladarlos al médico, acompañarlos a que les corten el pelo e incluso comprarles las medicinas cuando sus padres no pueden hacerlo.

Así de amoroso es el 'Tío Tomás', quien a cambio recibe los gestos más cariñosos de sus engreídos: cientos de lengüeretazos. Y es que sus sobrinos, como él los llama, no son humanos, sino caninos.

Su relación con los canes viene desde hace año y medio cuando una amiga, quien hacía el traslado de mascotas, lo invitó a unirse a esa labor. Fue así como de a poco ingresó en el mundo de los 'amigos con cola', "del cual saldrá cuando Dios lo disponga", señala este conductor independiente, que desde hace doce años maneja un taxi ejecutivo.

Su trabajo consiste en llevar a las mascotas hasta el sitio que dispongan sus dueños. El pago depende de la cantidad de horas que esté fuera con el animalito. Una de sus reglas es llevar en su auto a las mascotas de una sola familia. No importa si es uno, dos o más.

"Si me llama alguien y me dice que incluya a su perrito en el viaje que voy a hacer con otros, no lo haré jamás, porque no sé si ese perrito está enfermo, tiene mal carácter o está en celo", explica el 'Tío Tomás', como le llaman sus clientes.

La labor ha aumentado en los últimos meses debido a que los dueños de los perros se encuentran en teletrabajo y no tienen tiempo para darles la atención que se merecen. "Los papis con el teletrabajo no pueden salir y como las mascotas demandan atención me los encargan a mí. Cuando me pagan para que los lleve a pasear nos vamos a caminar al parque Samanes, siempre trato de que sea cerca de su casa. Por el paseo y transporte cobro diez dólares", indica Freire. Su servicio también incluye la compra de medicinas. "Me  envían la captura de la receta a mi WhatsApp y yo la compro y se la entrego".

Trabaja 24 / 7, siempre y cuando esté disponible o en capacidad para cumplir la labor encomendada. No importa el lugar al que tenga que ir para recoger a un perro, él siempre estará listo para llevarlo al destino que sus amos le indiquen, esperarlo y luego entregarlo sano y salvo a su hogar. Por lo general los transporta hasta la veterinaria, luego de que el amo del can ha llamado al lugar para indicarles que el paciente va solo en un taxi.

"Una vez un cliente me preguntó que qué le había hecho a su perro y yo asustado le respondí que nada. Me comentó que el perrito estaba tan contento de que lo vaya a ver, que solo faltaba que él mismo se pusiera los zapatos para salir corriendo y subir a mi carro", relata el conductor, quien le agradece a las personas por la confianza que le tienen, al extremo de confiarle a sus amadas mascotas, que son tratadas como un hijo más.

En su cuenta de Instagram @taxialaordenmascotas, Tomás sube fotos con 'sus sobrinos peludos' a bordo del auto. Entre sus clientes también están los gatos, aunque son contados, pero a ellos los transporta, para mayor seguridad, en un kennel. Cuando se trata de cachorros, también los lleva dentro del mismo aparato para que no se vayan a golpear, todo con tal de que el animalito no sufra ningún daño.

Por su carro han pasado desde pitbulls hasta chihuahuas. Uno más cariñoso que otro. Lo mejor de su trabajo es el amor que le demuestran sus 'sobrinos' caninos, y con los cuales tendrá que conformarse, porque el 'Tío Tomás' es hijo único.