La Navidad en Ecuador se canta. Cada diciembre, los villancicos vuelven a ocupar un lugar central en hogares, iglesias, plazas y comunidades, reafirmando su papel como una de las expresiones culturales y espirituales más profundas del país. En 2025, estas melodías continúan marcando la celebración navideña, combinando fe, tradición oral y un legado musical que atraviesa generaciones.

Ecuador posee un amplio y diverso repertorio de villancicos que acompañan año tras año las festividades navideñas. Muchas de estas canciones llegaron desde Europa, otras se difundieron de forma anónima, y un grupo fundamental nació de la creatividad de compositores nacionales. Todas ellas mantienen viva la evocación del nacimiento de Jesús y el espíritu festivo propio de la temporada.

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Villancicos ecuatorianos: devoción y diversidad cultural

Los villancicos en Ecuador no solo reflejan la devoción popular, sino también la riqueza cultural del país. Existen piezas que evocan paisajes andinos, ritmos costeños y sensibilidades amazónicas, integrando instrumentos y sonoridades locales. Esta diversidad ha permitido que los villancicos se conviertan en un verdadero patrimonio musical navideño, transmitido de generación en generación y reinterpretado en cada comunidad.

Durante la Navidad 2025, conciertos corales, novenas barriales y celebraciones litúrgicas vuelven a dar protagonismo a estos cantos, que se mantienen vigentes incluso en la era digital, donde circulan a través de plataformas de streaming y redes sociales.

Salvador Bustamante Celi, el gran referente del villancico ecuatoriano

Hablar de villancicos ecuatorianos es hablar de Salvador Bustamante Celi, uno de los músicos más prolíficos y, paradójicamente, menos historiados del país. Nacido en Loja el 1 de marzo de 1876, Bustamante Celi es autor de centenares de villancicos, pasillos y valses que hoy se cantan en Ecuador, América Latina y el mundo.

Formado inicialmente por su padre, el músico y organista Teodosio Bustamante, Salvador estudió música en Quito y luego amplió su formación en Lima, donde conoció la obra de grandes compositores europeos. Su trayectoria estuvo marcada por el servicio religioso, la docencia y la composición, hasta su fallecimiento en 1935, a los 59 años, dejando un legado musical de enorme valor espiritual y artístico.

Bustamante Celi supo recoger el origen popular del villancico -nacido en la poesía española y portuguesa entre los siglos XV y XVIII- y fusionarlo con las tradiciones musicales andinas, dando lugar a un sincretismo religioso único en América.

Villancicos ecuatorianos emblemáticos

Entre los villancicos ecuatorianos más representativos que acompañan la Navidad destacan:

• Dulce Jesús mío – Letra y música: Salvador Bustamante Celi

• Claveles y rosas – Letra: Fray Fernando de Jesús Larrea y Dávalos; Música: Salvador Bustamante Celi

• Ya viene el Niñito – Letra: Fray Fernando de Jesús Larrea y Dávalos; Música: Salvador Bustamante

• Lindo Niño – Letra y música: Salvador Bustamante Celi

• No sé Niño hermoso – Letra y música: Salvador Bustamante Celi

Algunas de estas obras han alcanzado proyección internacional. Por ejemplo, 'Ya viene el Niñito' ha sido traducido a más de 100 idiomas, mientras que 'Dulce Jesús mío' y 'No sé Niño Hermoso' cuentan con adaptaciones en varios países de América Latina.

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