Samy Tontaquimba se inspiró en esta Navidad para hacer más billete con su negocio. Ella es una joven otavaleña que fabrica ponchos y otras prendas para invierno, y las ofrece en uno de los centros comerciales populares de El Tejar, en el centro de Quito.

Ella fue una de las ciudadanas afectadas por el paro nacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), que se extendió por 31 días.

Afectada por el paro

Durante ese tiempo se vio afectado su ritmo de producción. La joven, de 24 años, recuerda que tenía que pasar el producto en motos o camionetas. Las penurias que les tocó vivir a ella y su familia hicieron que le surgiese una idea innovadora para obtener más ganancias con su emprendimiento.

A finales de noviembre se le ocurrió elaborar ponchos navideños. Los diseños de estas prendas tienen temáticas referentes a estas festividades.

Por ejemplo, uno de sus modelos tiene tejidos con imágenes del Grinch, un personaje cómico que supuestamente odia la Navidad, pero en realidad odia a la gente. También cuenta con diseños de renos, que junto al anterior son los más cotizados por sus clientes.

Clara Íñiguez fue a comprar un gorro para uno de sus nietos y se enamoró de un poncho con el tejido del Grinch. Ella aseguró que este tipo de iniciativas ayudan a que los comerciantes diversifiquen el producto y los clientes puedan tener una ‘prenda exclusiva’.

Prendas novedosas y llamativas

Un grupo de oficiales de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) compraron setenta gorros navideños en el negocio de Samy, porque ya iban a dar comienzo a la novena en su departamento, ubicado en el complejo del Ministerio de Defensa, en el centro de Quito.

Un mayor señaló que les parecieron innovadores las prendas porque cuentan con luces incrustadas en la tela y otros tienen la felpa más abultada.

Estas dos novedades también llamaron la atención de Mónica Abata y sus dos hijas. La señora es comerciante y tiene un local de ropa en el sur de la capital. Con su ‘ojo clínico’, Mónica pronosticó que estas prendas se venderán como ‘pan caliente’, ya que asegura que sus clientes “son noveleros”.

Más iniciativas navideñas

El Centro Histórico de Quito parece una película navideña. Los negocios, restaurantes y centro comerciales están inundados de adornos que evocan esta festividad, y los comerciantes tratan de innovar en estas fechas para obtener más ganancias.

Vendedores de fundas de caramelos dan promociones desde 1 hasta 20 dólares, precios que, según ellos, son para familias y empresas. Sergio Vinueza afirma que este año ha visto un incremento en las ventas, pero considera que se debe a que las personas compran productos como una salida a la crisis de inseguridad y otros problemas que vive el país.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!