Deportes
¡Alemania lo hizo de nuevo!

Alemania lo volvió a hacer. Enmudeció un estadio brasileño completamente lleno, al hundir sus sueños de gloria deportiva. Esta vez cambió el escenario y el deporte, pero dejó la misma decepción que hace dos años, cuando eliminó al local del Mundial de fútbol con un 7-1 inolvidable.
La final del voley de playa era el escenario perfecto para que Brasil obtenga la medalla de oro en los Juegos Olímpicos. Era su playa, la de Copacabana, en los graderíos había diez mil locales y apenas dos mil del resto del mundo; y jugaban sus dos mejores representantes: Ágatha y Bárbara.
Por eso, la fiesta fue inmensa desde que las dos pisaron la arena. Las recibieron apagando todas las luces y solamente iluminando con el flash de los teléfonos celulares. Un espectáculo improvisado en el que los aficionados dejaron un gran recuerdo.
Al frente estaban Laura Ludwig y Kira Walkenhorst, dos alemanas que se ganaron a pulso su paso a la final. Su estatura causaba respeto, pero había la confianza en las auriverdes.