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Ariana Castro: jugadas de fútbol con estudios
La actual jugadora de Emelec, quien lleva cinco goles en 11 partidos jugados, se considera estudiosa y sueña con ser abogada en el futuro.
La actual jugadora de Emelec, quien lleva cinco goles en 11 partidos jugados, se considera estudiosa y sueña con ser abogada en el futuro.
En sus 15 años, Ariana Castro Lino ha tenido más zapatos de fútbol que de gala. Es la volante que juega con el número 50 y lleva cinco goles en 11 partidos que ha estado.
A los cinco años ya estaba en la cancha con sus primos. Le gustaba la pelota, pero su padre, Cristian Castro, se daba cuenta que ella podía dar en la cancha.
Las primeras navidades fueron de balones y luego cambio los zapatos de salir por los pupos.
“Ella siempre jugaba con los primos, me di cuenta de que podía llegar. Siempre la acompañé a sus entrenamientos” dice el padre en su casa, ubicada en Mapasingue, al norte de Guayaquil.
Ariana juega de volante por la izquierda y en enero del 2019 llegó al Emelec.
“El profesor Carlos D´Steffano vio que podía dar mucho en el equipo y me dio la oportunidad de jugar. Me siento feliz de todo lo que me está pasando”, explica la jugadora que este domingo estará en el Clásico del Astillero desde las 19:00 en el estadio Monumental.
Le gusta el fútbol y tiene una barra personalizada con su papá Cristian, Johana su madre, sus hermanos Fernando y Johan y su cuñada Fernanda.
Castro cuando tenía 9 años, fue vista por la entrenadora Wendy Villón, quien fue seleccionada nacional. La entrenadora la ubicó en el equipo de Fedeguayas y a los 12 años ya pertenecía a la Selección de Guayas.
La volante azul está en racha: los dos últimos tantos de su cuenta los hizo ante Mushuc Runa de visitante y Delfín.
El Clásico del Astillero la tiene feliz, el jugar con muchos aficionados como en el primer partido ante Barcelona, fue algo sensacional. Dice que con sus compañeras tienen una sola meta, sumar de a tres en el estadio amarillo.
Se lleva bien con los estudios, en primero de bachillerato del colegio Teodoro Alvarado Oleas, y cuando le toque la universidad le gustaría ser abogada, la misma carrera que tiene su hermano.