La suerte de Guillermo Almada, técnico de Barcelona, está en el aire. A pocos partidos para conseguir la estrella 15, la renovación de su contrato se mantiene en suspenso, debido al estado de salud de su madre.

Hasta el momento, Almada no ha aceptado varias propuestas en Uruguay, México y Chile, pero aun así, no se atreve a confirmar su estadía en Guayaquil comandando al Ídolo de Ecuador.

El pasado lunes, Almada atendió a EXTRA vía telefónica y dijo: “No sé si me quedo o me voy. En este momento mi prioridad, mi objetivo, es Barcelona. Por eso me quedé, porque confío en el plantel. Lograr el campeonato es algo que lo hemos trabajado desde que llegué”, dijo el técnico. Pero más allá del tema profesional, la enfermedad de su madre, quien reside en Uruguay, es un motivo para que el estratega analice su continuidad.

“No es un secreto. Mi madre está enferma en Uruguay. Hay cosas en la vida que son fuertes, y así es esto. Ella está allá, yo acá. Pero primero está mi compromiso de lograr lo que soñamos con el equipo. Me tomaré dos días para ir a visitarla este fin de semana y volver con más ganas, pero en este momento es prematuro hablar de seguir en el equipo”, explicó el entrenador amarillo.

Por si fuera poco, tampoco puede estar junto a su esposa, ya que ella es enfermera y viajó a Montevideo para atender al suegro del entrenador, quien también está enfermo.

Almada estará el viernes en el estadio Atahualpa dirigiendo a Barcelona ante Católica. Luego, el entrenador se sentará con los directivos para conversar sobre su contrato.