Las voces que rondaban en su cabeza durante su estadía de dos años en prisión, al parecer, nunca se fueron. Se quedaron ahí solo esperando el momento más oportuno para atacar y doblegar al boxeador guayaquileño Carlos Andrés Mina Caicedo, de 30 años, quien ahora padece de un trastorno mental que ni siquiera ha podido ser identificado.

Mina fue apresado en los Estados Unidos por una supuesta violación que él -en una entrevista pasada con EXTRA- aseguró no haber cometido, pero aceptó los cargos para salir lo antes posible de la cárcel y regresar al deporte que tanto amaba y en el que era considerado una promesa.

Sin embargo, el reclusorio lo dejó marcado. Lo destruyó emocionalmente, acota su hermana mayor, María Fernanda.

Durante su encierro escuchaba voces que lo inducían a quitarse la vida, pero no les ‘paró bola’. Cuando regresó a Ecuador, en 2021, parecía que retomaría sus actividades deportivas, pero su cuadro se fue complicando de a poco y ya no solo oía voces, sino que también empezó a alucinar y a veces se desconecta de la realidad y hasta olvida quién es.

La pariente explica que tampoco a ellos los reconoce cuando está en las que denominan “sus crisis”. En estas, cuenta María Fernanda, él ve de un lado a otro, habla como si conversara con alguien, muchas veces en un ‘idioma’ que nadie logra entender.

Incluso, ha llegado a decir que él no es de este mundo y que conoce de extraterrestres.

Tratamiento

Es por todos estos problemas que la familia necesita ayuda, sostiene la hermana de Mina Caicedo. Ella comenta que ya lo han llevado a médicos y estos les han indicado que necesita ser internado de forma urgente para que busque su recuperación.

No obstante, cuando han intentado ingresarlo a algún centro de salud especializado les han solicitado un pago inicial de mil dólares, señala. Pero ellos no cuentan con ese dinero para un tratamiento costoso.

Por eso continúan en su búsqueda de algún hospital gratuito o de alguien “de buen corazón que quiera ayudar”.

¿Qué podría tener?

Héctor Verdezoto, médico psiquiatra, explica que por su edad y síntomas podría padecer de “Trastorno bipolar tipo 1, una enfermedad de salud mental que se caracteriza por la desorientación, los delirios y con presencia de personalidad expansiva con energía e impulsividad desmedida”.

También podría haber sufrido de una depresión con síntomas psicóticos, por el hecho de tener un tipo de vida y luego cambiar a otro de forma drástica, agrega Verdezoto.

El psiquiatra Jorge Gencón explica que “todos nacemos con alguna vulnerabilidad”, pero hay eventos que son generadores o ‘gatillantes’: uno de estos es el encierro, “el consumo de drogas o alcohol es otro, eventos traumáticos como robos, secuestros...”.

“En este caso, el boxeador al estar preso ya tenía un evento traumático marcado y comenzó a ‘psicotizarse’, empezó a escuchar cosas que no habían, lo cual produjo un trastorno delirante. ¿Bajo qué condiciones? Básicamente de un estrés por encierro (...) Ahora ya necesita tratamiento de por vida”, precisa el especialista.

Un historial con diploma y ‘cana’

Mina, quien cuenta en su historial con un diploma olímpico en los Juegos de Londres 2012, fue detenido tras participar en los Panamericanos Lima 2019. Las autoridades ‘gringas’ le impusieron una fianza de medio millón de dólares, pero no pudo pagar y por eso tuvo que ir a prisión.

En la época, los familiares del deportista dijeron que la denuncia por violación fue “por venganza”, porque se habría negado a firmar un contrato en la ‘Yoni’.

Mina conoció a la demandante en el gimnasio del excampeón de box Floyd Mayweather. Él se habría ido a vivir junto a ella y su madre, pero después decidió terminar la relación. Ahí le habrían propuesto representarlo, pero él también se habría negado. Esa fue su versión. (SCM)