Fabián Bustos, el entrenador de Barcelona, vive un ‘romance de etapas’ con la hinchada amarilla. A ratos los fanáticos canarios se enojan y piden que salga del equipo, porque no hace los cambios que ellos quieren. Pero después lo aplauden y le juran que apoyarán y seguirán a su BUS-Tos hasta la final de la Libertadores. Es el mundo Barcelona.

Lo que sí está claro es que si Fabián manejará el BUS-Tos, a esta hora tendría multas por montones, debido al exceso de pasajeros. Seguro que pagaría ‘full’ dinero en citaciones.

Y hablando de ‘money’, que es lo que más falta en Barcelona, el estratega amarillo en dos años en Copa Libertadores ha logrado que el Ídolo sume $ 9’950.000, solo en los premios que da Conmebol. En 2020 el club se embolsó $ 4’400.000 y en 2021 lleva $ 5’550.000. Y si pasa a semifinales se embolsará otros $ 2’000.000. Ojo, que en 2020 se jugó la mayoría de los partidos sin público y eso afecta la parte económica.

Bustos se debate entre el odio y el amor con la fanaticada. Lo bueno es que él sabe cómo es eso, pues los mismos que lo insultan, luego le dicen “Toro querido”.

Un Bustos sereno, luego de la clasificación copera manifestó: “Seguimos haciendo historia, somos el cuerpo técnico de Barcelona que más puntos ha hecho en Copa Libertadores, que ha ganado más partidos de visita y anotado más goles. Debemos seguir trabajando con la misma humildad”.