Deportes
Cangrejos para la campeona de su corazón

Miguel Ángel González, Pastaza
El corazón de Sandra Dajomes ‘palpitó a mil’ cuando escuchó el grito de su hija Neisi. El cuerpo le temblaba y sus ojos cafés se iluminaron viendo a su ser querido ‘batirse’ en las Olimpiadas de Río de Janeiro, en Brasil.
La silueta de la joven deportista se contorneaba en el monitor de la computadora, mientras Sandra no despegaba la vista de su ‘Nei’, como la llaman cariñosamente.
Ella y sus cinco hijos ‘estallaron’ de alegría cuando la pesista ecuatoriana quedó en séptimo lugar en la categoría de 69 kilogramos.
La madre de Neisi, una colombiana que vive como refugiada en el Ecuador desde hace 23 años, lloró hasta el hartazgo el pasado martes.