En apenas cinco años, el Club 22 de Julio pasó de ser una iniciativa local a convertirse en noticia nacional por su vertiginoso ascenso y, lamentablemente, por hechos de violencia que marcaron su historia. Fundado en 2020 como Cimarrón Furia Verde y renombrado en septiembre de 2023, el equipo se consolidó como referente deportivo de la provincia.

El club hizo del estadio Folke Anderson su fortaleza, apostando por juveniles esmeraldeños y refuerzos estratégicos. En 2024 logró su mayor hito: campeón provincial, clasificación en fases nacionales y, en una definición por penales, el ascenso a la Serie B del fútbol ecuatoriano. Para una ciudad acostumbrada a la inestabilidad, el 22 de Julio representó esperanza y orgullo.

Pero la alegría deportiva se ensombreció por la violencia. El viernes 19 de septiembre de 2025, el capitán Jonathan “Speedy” González fue asesinado en Esmeraldas. Reportes periodísticos señalan que recibió amenazas previas, que su vehículo fue atacado y que el crimen estaría vinculado con presiones de mafias de apuestas ilegales para manipular resultados.

El hecho conmocionó a hinchas y dirigentes. Voceros relataron episodios de extorsión y coacción hacia jugadores y directivos en semanas anteriores. El club incluso debió reforzar la seguridad y trasladar partidos fuera de la provincia. Las investigaciones buscan esclarecer la relación entre las redes de apuestas y los ataques que afectan al fútbol semiprofesional.

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Hoy, el 22 de Julio enfrenta un presente dual: el sueño de consolidarse en la Serie B y la urgencia de proteger a sus futbolistas. El caso abre un debate sobre seguridad, control de apuestas y apoyo institucional, para que el fútbol en Esmeraldas vuelva a ser solo pasión y competencia.

Voces de dirigentes y familiares

El club lamentó la pérdida con un comunicado: “Su partida deja un vacío inmenso en nuestro equipo y en toda la comunidad deportiva de Esmeraldas. Fue más que un futbolista: un hermano, un amigo y un ejemplo de compromiso dentro y fuera de la cancha”.

Familiares expresaron indignación y exigieron justicia. Una fuente cercana afirmó: “Jonathan priorizó su profesionalismo hasta el final y rechazó estos acuerdos”, en referencia a los intentos de manipulación de partidos.

Añadieron que las amenazas se extendieron a sus allegados en un intento de doblegarlo.

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