Todo empezó con un sueño de Fernando Herrera, presidente del Deportivo Quito del 2008. Su anhelo de ser campeón luego de 40 años, era lo que primaba. No importaba como lo iba a realizar, ni que jugadores debían estar en el club para alcanzar ese ansiado y costoso campeonato.

Llegaron al club futbolistas como Edwin Tenorio, Luis Checa, Geovanni Ibarra, Wálter Calderón, Oswaldo Minda, como entrenador Carlos Sevilla y los extranjeros Martín Mandra y Mauricio Donoso. Era un plantel joven pero lleno de ambición por dar un título.

Premios de hasta cien mil dólares por partidos se ofrecían. Herrera, hacía cualquier cosa por su equipo. En ese entonces los estadios se llenaban de hinchas del Deportivo Quito, viajaban a todos los escenarios ya que la campaña era perfecta. El título después de cuatro décadas se obtuvo en Latacunga luego de que los ‘chullas’ vencieran 2 a 1 al Mácara, equipo que ahora se ve beneficiado por el descenso del club quiteño.

Los lujos de ese año, perjudicaron en el 2009. Por varias veces los jugadores del club paralizaron sus actividades, los premios prometidos por el campeonato aún no se pagaban y los sueldos de los futbolistas se triplicaron. Para evitar problemas, la directiva aceptó subir los salarios. Despúes de una salida de varios dirigentes, Santiago Ribadeneira tomó las riendas del club y contrato a jugadores de renombre como Iván Hurtado.

La obtención de los título dejó al Deportivo Quito ya con un déficit de 400 mil dólares, los cuáles ascendían cada temporada, complicando la situación económica del club. La cifra llegó a cuatro millones, imposibles de pagar para cualquier dirigencia a pesar de los esfuerzos.

Luego llegaron las salidas de los entrenador Rubén Insúa, Carlos Ischia, quienes pusieron demandas al club por no cancelar sus salarios, las cuales ascendían entre 200 mil y un millón de dólares. A esto se sumó deudas con jugadores, demandas en la FIFA, la Ecuafútbol, demandas de exjugadores del plantel, algunos que estuvieron en el bicampeonato.

En siete años (hasta el 2014) el equipo capitalino pagó mas de 36 millones de sueldo y primas por los títulos y los campeonatos. Solo por recordar el tema salarial en cada temporada: 2008 (3’ 197.331 millones en sueldos y premios); 2010 ( 6’ 209.627); 2011 (7’102.000); 2012 (7’ 191.290). Hasta este año (2016) y luego de una auditoria interna que se hizo en el club se conoció que el plantel tiene un déficit de vente millones de dólares.

Esta deuda es la que complica la permanencia del equipo en el fútbol ecuatoriano. En el actual campeonato de la serie B no se presentó a jugar un partido. A esto se suma la pérdida de doce puntos en el torneo y al no cancelar valores bajó a Segunda Categoría, donde para jugar el torneo, debe sanear todas sus deudas. De no hacerlo, no podrá jugar el campeonato y estaría a un paso de la desaparición. (DC)