Con la experiencia de sus dos anteriores participaciones en el torneo de ascenso a la segunda categoría de Pichincha, Diego Armando Calderón está listo para que su equipo sea protagonista.

El exdefensa de Liga de Quito y Barcelona resaltó que tiene una plantilla “de jóvenes con hambre de gloria”, a los que transmite sus conocimientos en la cancha. “Queremos seguir con paso firme en este proceso con el Club Deportivo Diego Calderón. Llevarles al siguiente nivel que es la segunda categoría”, comentó Pelusa.

Detalló que las dos experiencias anteriores le dejaron como lección que no puede asumir todas las responsabilidades de su club y para esta temporada se rodeó de personas que lo ayudan en aspectos como coordinación, categorías formativas y redes sociales.

También alianzas con instituciones que le permitan crecer a su proyecto que busca “que los jugadores puedan cumplir sus sueños en base a esfuerzo. Tuve una persona que me impulsó como juvenil y eso ahora lo estoy haciendo”.

Uno de esos aliados es el Instituto Superior Tecnológico de Fútbol de Quito, de la Ecuafútbol. En este lugar Calderón se formó como entrenador y ahora los profesionales que cursan sus estudios en esta institución realizarán pasantías en el club de Pelusa.

Además, las escuelas del exfutbolista tienen un vínculo con Independiente del Valle, lo que ha permitido que uno de sus talentos ya sea parte de las formativas de los rayados.

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SU VISIÓN

Calderón confesó que le gusta su nueva faceta, al otro lado de la cancha y que se caracteriza por ser “un técnico con la paciencia y virtud de poder enseñar”. Detalló que el equipo principal cuenta con 24 jugadores, la mayoría de proceso en el club, lo que les da un sentido de pertenencia.

La meta, además del ascenso, es dejar de ser un equipo amateur y dar el paso al profesionalismo. Este va de la mano con el fortalecimiento de las formativas, ya que dijo que “las bases nos van a impulsar para tener un proyecto sustentable, inclusivo, social” y afirmó que buscan formar al deportista y al ser humano”.

“Tenemos 24 chicos con un corazón enorme, con unas ganas gigantes de conseguir el ascenso. Entregar todo por el compañero”, destacó. Agregó que a sus pupilos les enfatiza que en cada juego se aprende algo nuevo y que la constancia es la clave para conseguir el éxito.

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