Álvez al Junior y un vacío complicado de llenar

La venta de Jonatan Álvez es un hecho. Junior de Barranquilla llenó las expectativas del delantero uruguayo y de Barcelona para poder hacerse con el 100 % del pase. Si bien los Tiburones desembolsaron 3,5 millones, dejaron a los toreros sin 20 goles mínimo por año, promedio que hace 5 temporadas no registraban, cuando Narciso Mina consiguió anotar 30 dianas en un solo año.

La efectividad que tuvo el Loco con la camiseta amarilla fue incomparable, sobre todo, en una plantilla que no tenía un referente en el ataque. Su compatibilidad con el esquema de juego que necesitaba Almada fue inmediata y le bastaron 26 minutos de su primer compromiso para bautizarse con el Ídolo, en un cotejo ante el extinto River Plate Ecuador en Samanes.

Su característica bravura para disputar cada acción de partido, junto con los 46 tantos que consiguió en dos temporadas con los canarios, le bastaron para ganarse el respeto de la hinchada. A pesar de los incontables momentos de rebeldía que presentaba a partido seguido, los cuales le costaron más de una amonestación y, en varios casos, hasta expulsiones, era prácticamente imposible para el técnico Guillermo Almada encontrar un recambio que lo iguale.

El sustento para aquel argumento se puede descifrar en el promedio de partidos que ganó Barcelona en el torneo local, durante las dos temporadas que jugó Álvez con el club. En 2016, el atacante participó en 26 de los 31 triunfos toreros, mientras que en 2017 estuvo presente en 19 de las 20 victorias.

Este rendimiento fue constante, nunca se apagó, a diferencia de lo que vivió el último artillero que ilusionó a la afición amarilla en 2014. Ismael Blanco llegó a mediados de ese año y pudo consolidarse en la ofensiva a base de goles. Sin embargo, durante el segundo semestre de 2015 y en pleno ocaso de su ciclo como canario, las críticas recaían sobre él debido a la sequía anotadora que atravesaba.

Todos estos factores y comparaciones que dejaban bien parado a Jonatan Álvez fueron claves para que el extécnico de Independiente del Valle y actual timonel del Junior de Barranquilla, Alexis Mendoza, solicitara los servicios de la Piraña, tal como han empezado a denominarlo en los medios cafeteros.

“Es un jugador de mucho gol, lo conocemos porque lo enfrentamos en Ecuador y se tenía la posibilidad de contratarlo porque salía del Barcelona. Di las referencias y en lo que nos podía ayudar. Nos puede colaborar en los goles que necesitamos”, manifestó el estratega colombiano, quien tendrá una dupla ofensiva de lujo con Teófilo Gutiérrez y el Loco.

De esta manera, el uruguayo viajará hasta Barranquilla para someterse a las pruebas médicas y luego poder firmar el contrato que lo convierta en Tiburón durante las próximas tres temporadas.

Los elegidos

Juan Ignacio Dinenno y Ariel Nahuelpán son los hombres encargados a llenar el vacío que dejó Álvez. Aunque con un objetivo en común, ambos delanteros atraviesan realidades distintas.

El primero, reciente refuerzo torero, llega con la obligación de convalidar lo que hizo hace pocos meses con Deportivo Cuenca, donde anotó 19 tantos. El otro, a las puertas de un proceso de reivindicación que lo vuelva a encarrilar como protagonista torero, tal como lo hizo en 2013.