El maleficio, a prueba

Patxo de la Rica, Guayaquil
Dieciocho años, siete meses y tres días. Podría ser la edad de una joven figura de Barcelona o Liga, pero es el tiempo que ha transcurrido desde que el Ídolo visitara por primera vez Casa Blanca. Dieciocho años en los que han pasado entrenadores, jugadores o hinchas amarillos y ninguno ha conseguido salir con una sonrisa de ese estadio.
Por eso lo de hoy es una nueva cita con la historia. Quizá la más importante y la que más ilusión genera en el club de Guayaquil, que entiende el nefasto momento de los universitarios como una oportunidad sin igual para hincarles el diente y poner fin, de una vez, a un maleficio que sonroja en el sur del país. Ni siquiera el 5-0 logrado en la primera vuelta sirve como clavo al que agarrarse antes del partido de hoy, porque todo es diferente en Casa Blanca.