La historia de Élite Sport empezó con un apasionado hincha del fútbol, fanático de Deportivo Quito, que se acercó al club para intentar ayudar en medio de la difícil situación económica. Eduardo Salazar se mantuvo cerca del cuadro chulla un par de años, hasta que pensó que sus esfuerzos debían tomar otro rumbo y decidió crear un equipo para competir en el fútbol amateur de Pichincha.

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Desde el primer día el objetivo fue claro: poner al equipo en Segunda Categoría. Ese deseo lo trasladó a Michel Castro, exjugador azulgrana que entrenaba a las formativas. Castro se animó por el proyecto e invitó a varios jugadores de la sub-18 a conformar el nuevo club. Los chicos, inspirados por el técnico, no dudaron y aceptaron. Así empezó el camino al ascenso, que llegó en el primer intento.

Élite Sport se mostró fuerte desde los primeros partidos y fue acumulando victorias. A punta de disciplina en los entrenamientos, Castro formó un grupo competitivo que, a pesar de la juventud, se plantó ante rivales que contaban con nombres de mayor experiencia. El joven entrenador se valió de elementos como Sebastián Castro en el arco y los hermanos Borja (hijos del exgoleador Félix Borja) en la delantera.

Tras doce partidos en la primera fase, el equipo cerró con números casi perfectos, al lograr nueve triunfos, apenas tres empates y 49 goles a favor. Con esa campaña, afrontaron el cuadrangular final ante Tigrillos, Lakers y Andes en duelos directos, consiguiendo mantener su invicto.

El duelo decisivo ante Andes

En el último partido frente a Andes, disputado en el estadio parroquial de Guayllabamba, Élite necesitaba un empate o victoria para evitar la definición por penales, pues había ganado 2-1 en la ida. Pero el anhelado ascenso se hizo esperar en un encuentro muy cerrado, con duelos físicos intensos y bajo una fuerte lluvia.

Con la clasificación en el bolsillo, el partido se acercaba al final, pero los dirigidos por Castro no querían dejar de festejar un gol en el duelo decisivo. Parecía que definitivamente el cero estaba firmado, pero Jefferson Ramos aprovechó una falla en el despeje rival y tomó un balón en el área para mandarlo a guardar con un remate potente.

La alegría del triunfo con ese tanto la vivió especialmente Michel, satisfecho con sus jugadores. “Se trabajó mucho, se esforzaron. Valoro mucho el esfuerzo de cada uno de ellos porque vienen de lejos, algunos del sur de Quito, otro de Cayambe, alguno desde Tumbaco. Hacen un esfuerzo grande para poder llegar a los entrenamientos y eso lo valoro mucho”, afirmó emocionado el DT.

Un reto mayor en Segunda Categoría

El ascenso supone también una nueva responsabilidad y mayor inversión. Eso lo sabe Eduardo Salazar, quien resaltó el esfuerzo desde su dirigencia. “Han sido seis meses de sacrificio, hemos dejado todo por los jugadores. Al inicio dijimos que íbamos a ascender y aquí estamos. Tenemos la visión clara y sabemos que se vienen grandes cosas, sobre todo para los jugadores”, expresó.

De momento han garantizado la continuidad del entrenador y de algunos jugadores referentes, y también movimientos en cuanto a la posible exportación de jugadores, pues tres de los más jóvenes irán a Argentina para realizar una prueba en las inferiores de Estudiantes de la Plata. 

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