Han pasado cuatro meses de la lesión en su rodilla de Christian Noboa, del Zenit de Rusia. Hoy está en Guayaquil, como todos los últimos años, para festejar las fiestas de Navidad y Año Nuevo. El Zar volvió a entrenar y su recuperación va por buen camino.

Habló con EXTRA sobre cómo han sido todos estos meses con la peor lesión que ha tenido en su carrera, de cómo ha visto a la selección y cómo ha sido su recuperación.

Noboa tiene todavía contrato por un año y medio con el elenco ruso. Expresa que a pesar de no estar en la cancha ha disfrutado este tiempo para estar con la familia.

La cuenta regresiva ha comenzado y ya son cuatro meses de la lesión...

Sí, justo este 23 de diciembre son exactamente los cuatro meses de la lesión, pero vamos bien. Ya estamos haciendo rehabilitación y todo va por buen camino.

¿Cómo han sido estos meses?

Bien en el trabajo de recuperación. No estoy apurado. Aprovecho el tiempo, algo que no tenía antes. Venía de temporada en temporada. He disfrutado de mis hijos y de ver otras cosas. Estar con la familia es bueno.

Lo más difícil ¿qué ha sido?

Lo más duro y duele es no poder jugar fútbol. Uno nació para esto y no hacerlo lo pone mal. Pero tengo muchos años jugando, creo que necesitaba un descanso, claro que ha sido forzado, pero lo debía tener.

Que pase el calendario rápido...

Entreno día a día y aprovecho el tiempo.

¿El estar fuera de la cancha le sacas provecho?

Claro, necesitaba estar más tiempo con la familia y hacer cosas que no puedes cuando estás concentrado. Quería disfrutar de mis hijos y ahora he compartido con ellos.

Cuando volviste a entrenar en Rusia los compañeros lo festejaron y en Ecuador lo hiciste con tu hermano David, del Delfín.

Poco a poco he vuelto a las rutinas de los entrenamientos. Eso lo debo realizar todos los días. Ahora troto y el tiempo se está yendo muy rápido. Ya han pasado cuatro meses y falta poco. Estoy contento, espero que la rodilla se pegue bien y que la recuperación sea perfecta.

¿Cómo fue el volver a los entrenamientos?

La verdad, tenía un poco de temor el primer día, el hecho de levantar la rodilla era algo grande. Pero ya pasó y hay que esperar que todo esté bien.

¿Qué te cambió estar lesionado?

Cuando uno viene jugando como lo hacía, una lesión te cambia absolutamente todo, los días son distintos, te despiertas en las primeras semanas y no haces lo que te gusta. Lo que me sucedió es parte de la carrera futbolística.

¿Cómo viste a la Tricolor de Hernán Darío Gómez?

Vi todos los partidos y me sentí contento de los compañeros jóvenes. Feliz de ver al profesor Bolillo y de que la Tricolor está bien. Hay mucha variedad de jugadores y eso es lo que necesitamos para la Tri.

¿Hablaste con el DT Gómez?

Siempre me ha apoyado. Conversamos cuando me lesioné. Ahora toca entrenar mucho para volver a estar listo y mostrar mi juego y ver si me necesita en el equipo.

De regreso a Ecuador y en Navidad con el calor de Guayaquil.

(Risas) Eso siempre, con el calor de la ciudad y un rico encebollado, para qué más. Venir al país para esta fiesta es algo único.

¿El calor te llama?

Este clima siempre atrae. Te imaginas mucho tiempo soportando el frío y ahora venir al calor de Guayaquil, eso es único.

¿Deseos de Navidad?

Un abrazo para todos los lectores de EXTRA, que celebren la Navidad como puedan hacerlo, sin olvidar que la esencia es la presencia de Dios en sus corazones. Espero que la pasen de la mejor manera. Disfrutando y valorando la vida.