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Faltar a su trabajo de vulcanizador le salvó la vida

Redacción Guayaquil
Ramiro Holguín cree que el haber faltado a su trabajo le salvó la vida. El vulcanizador, quien lleva laborando más de 20 años en este oficio, decidió el miércoles no ir a trabajar en su turno que empezaba desde las seis de la tarde y terminaba a las seis de mañana del siguiente día. De allí lo relevaba su cuñado Alejandro Chóez Farfán, quien trabajaba las 12 horas restantes.
Ayer, el hombre se quedó desconcertado cuando al llegar a su trabajo, a las 08:00, sus amigos le informaron que su familiar había muerto arrollado en el momento en que arreglaba el neumático de un tráiler.
Holguín, al margen de la pena que siente por la partida de su allegado, en sus pensamientos elevó un agradecimiento a Dios por haberle dado otra oportunidad de vida, pues piensa que si hubiera ido a trabajar, él hubiese sido el muerto.