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Fidel Martínez: “El sueño de Rusia está intacto”
El delantero del Atlas de México y de la Tricolor, atendió a EXTRA en una divertida entrevista, donde dice que ir al Mundial es posible.

El tricolor, con pinta de cantante de reguetón.
Con pinta de actor, gafas gigantes y peinado de cantante de reguetón, Fidel Martínez emprendió un nuevo llamado a la Tri. El ecuatoriano, nacionalizado mexicano, pasó unos días en Guayaquil, ciudad que está conociendo en los últimos meses. Y desde la Perla del Pacífico viajó a Quito para ponerse a la órdenes de Gustavo Quinteros, donde ayer ya entrenó.
Siempre alegre, como indica su camiseta de la selección, ‘Alegría y Atrevimiento’, paseó por el aeropuerto ante el asombro de los aficionados. “Señora, esta foto también saldrá en EXTRA”, le dice entre bromas a una seguidora que interrumpe una entrevista con este Diario.
“Estoy en la ciudad del EXTRA. Gracias a Dios que también será mi ciudad ahora, porque tengo un departamento aquí. Me ha gustado el calor de la ciudad”. Su carácter le ha convertido en uno de los más queridos de la selección, como lo demuestra una segunda interrupción en la conversación con este periódico. “Está bien, sonría, afloje la boca para salir todos lindos. Pero si viene por una segunda foto, ahí sí le vamos a cobrar para las colas”, dice, en son de broma.
Así es Fidel Martínez, un personaje que está serio solo cuando le toca jugar. Su buen humor también soporta las bromas, cuando reconoce que parece un cantante con su nuevo ‘look’. “Ya sabe usted, esto es mucha alegría, atrevimiento y harta humildad”. Aún le resta otra respuesta con su toque de humor: “Te imaginas mi foto al lado de las chicas del Lunes Sexy. Eso sí sería alegría y atrevimiento”, dice, aunque después solicita que esto último lo obviemos, aunque sabe que eso ya no es posible.
No ha perdido el humor. La alegría se ha paseado por Guayaquil estos días.
Ya son varias veces que he venido a esta linda ciudad, hice unos entrenamientos con varios chicos. Visité mi casa y ahora viene lo fuerte, que es poder entrenar con la selección para irnos a Estados Unidos. Venimos con todas las ganas de hacer un trabajo que nos permita seguir soñando con Rusia.
¿Cómo afronta este nuevo llamado de Quinteros?
Agradecido con la oportunidad que me ha vuelto a dar el entrenador. Siempre uno viene con la misma humildad de cuando jugaba en Caribe Junior, en mi querido Lago Agrio. La idea es poder dar todo en la cancha para que el entrenador vea con qué material cuenta para los próximos partidos tan importantes de las eliminatorias.
Sorprende que todos siguen convencidos en clasificar, a pesar de la mala dinámica.
Se apretó la tabla, pero la ilusión de estar en Rusia está intactas. Lucharemos hasta el final.
Pero ahora no viven un buen momento y están fuera de los puestos de clasificación.
No me venga con pesimismo. Eso está intacto, estamos para mejorar. Tenemos un gran equipo, muy unido y con ganas. Estos partidos amistosos sirven para ir corrigiendo y poder mostrar el nivel con que llegamos a esta convocatoria. Hay que aprovechar al máximo.
Hablas del nivel en el que llegas. En México ya te cambiaron de equipo.
Es la primera vez que voy hablar de este tema, he leído mucho, pero la verdad es que tengo dos años de contrato con Atlas y me siento bien en el equipo. Voy a seguir en este lindo elenco, es mi única realidad.
Ya son cinco años en el país azteca. ¿Qué reto tienes para el futuro?
Estoy muy feliz de estar jugando allá y quiero seguir entregando lo que sé. Pero mi sueño es poder dar el gran salto del charco (océano) para actuar en Europa. México es un mercado muy duro de acoplarse, pero nos ha ido bien.
¿Cómo le fue el primer año en Atlas?
Es un equipo con una hinchada linda, a la que le dicen la fiel, porque siempre están apoyando al equipo sin importar los resultados.
A pesar de todas las bromas que sigues haciendo, de la alegría y el atrevimiento de Fidel de hace seis años atrás, se te nota un poquito más maduro.
Uno va creciendo, comienza a madurar y, sobre todo, vas corrigiendo muchas cosas que a uno le sirven para poder ser mejor en todo.
Pero el Fidel Martínez divertido y bromista está presente, y lo seguirá estando, ¿no?
Jamás podré dejar mi alegría, es mi forma de ser. Pero más maduro. Eso de pintarme el pelo ya pasó... Claro que nadie descarta que pueda volver (risas).