El juego de este miércoles 30 de septiembre entre Flamengo e Independiente del Valle, en el mítico estadio Maracaná, tiene varios ingredientes para ser el más atractivo de la jornada.

En el plano futbolístico, los dos equipos lideran el grupo A con seis puntos y el ganador del duelo asegurará su presencia en los octavos de final de la Copa Libertadores. Además, los brasileños quieren su revancha de la dolorosa caída por 5-0 en Quito, el pasado 17 de septiembre, mientras que los rayados ratificar su membrete de ser el equipo que mejor juego ha presentado en el torneo.

Pero a esto se suma que los dos conjuntos presentan varias ausencias debido a la pandemia de COVID-19. El Fla es la mata del contagio con 19 futbolistas con pruebas positivas, además de su entrenador, médico y varios directivos. 27 en total.

Todo da para pensar que de ahí surgieron las afectaciones para los rayados que hasta el martes 29, previo al viaje a Río de Janeiro, ya reportaban a seis jugadores con coronavirus y dos con síntomas que fueron aislados por precaución.

“Tenemos planificado al regreso del equipo de Brasil, el jueves, realizar nuevas pruebas. Decidimos algunos directivos no viajar, como Michel Deller y yo. No cometer imprudencias”, comentó Santiago Morales, gerente del campeón de la Copa Sudamericana.

Acotó que “inicialmente se presentó un caso y posteriormente cuatro más, se procedió a aislarles. El lunes (28 de septiembre) hicimos nuevas pruebas a costo y decisión del club y hubo un caso más, en total son seis”, detalló el dirigente.

Morales defendió al Flamengo, foco de las críticas tras salir a la luz el gran número de contagiados, al manifestar que “no existió mala fe de su parte, todos estamos expuestos al virus. Hemos llevado un protocolo interno con pruebas PCR y rápidas permanentes para poder dar seguridad a todos”.

Tras el duelo ante el Fla, en el que espera conseguir la clasificación, el Independiente cerrará la fase de grupos recibiendo a Barcelona, el 21 de octubre.