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Francia y Portugal se enfrentan en la gran final de la Eurocopa

Patxo de la Rica, Guayaquil
Hace poco más de un mes, Cristiano Ronaldo y Griezmann acaparaban los titulares de la previa de la final de la Champions League. Ambos líderes de Real Madrid y Atlético de Madrid centraban las miradas de un encuentro por todo lo alto, similar al que se vivirá este 10 de julio en París, aunque con los papeles cambiados. Francia es la gran favorita y Portugal la aspirante, pero solo el fútbol y los 90 minutos en el Stade de France (14:00) dirán quién es el nuevo rey de Europa.
Una final que al inicio del torneo parecía imposible. El anfitrión comenzó dubitativo, con problemas para ganar a Rumanía y con los diarios franceses criticando a Griezmann y Pogba, sus dos máximas estrellas. Por su parte, Portugal se chocaba con una sorprendente Islandia, que festejó por todo lo alto el punto sumado, quizá pensando que esa sería su única alegría de un torneo en el que han hecho historia.
Dos grandes en problemas, dos candidatos a fracasados que han dado vuelta a la ‘tortilla’ con el paso de los partidos y han acabado siendo los dos mejores conjuntos de la competencia continental. Y si lo han conseguido no es por otra cosa que por contar con sus dos jugadores de otro nivel, que han sido claves en los momentos importantes.
Antoine Griezmann, quien disputa su primera Eurocopa, se ha destapado en la ronda de eliminatorias, en las que ha anotado cinco goles en tres partidos. Dos dobletes y un gran tanto ante Islandia que lo convierten en máximo artillero del torneo, con seis dianas con las que ha hecho historia.
En el bando contrario, Cristiano Ronaldo suma elogios por su exhibición en semifinales. No ha brillado todo lo que se esperaba, pero sus tres goles demuestran que nunca se esconde y que se echa el equipo al hombro cuando es necesario.
Sobre el papel, en sus pies está el reinado de Europa. Nadie mejor que ellos pueden decidir la final, que si bien tendrá a otros jugadores como Renato Sanches, Nani, Paul Pogba o Payet como destacados, se centra en un duelo entre dos de los máximos candidatos al Balón de Oro 2016.
La revancha de Milán
El delantero del Atlético de Madrid no ha querido entrar en polémicas. No quiere recordar aquella fatídica noche de Milán en la que erró un penalti decisivo que acabó costando el título de Champions. Pero ponerse delante de ‘CR7’ será ponerse delante del punto de penal desde donde su contrincante cerró la fiesta blanca de la ‘undécima’. Aquella noche aún no se le ha olvidado al ‘diablito’, que hoy tiene la mejor opción de revancha posible.
Eso sí, a aquella final Cristiano llegaba como el hombre fuerte. El goleador del torneo con 16 tantos. Era, además, el delantero estrella del equipo grande que acumulaba títulos continentales mientras que su rival buscaba estrenarse.
Hoy, en cambio, es Griezmann quien lidera al ‘monstruo’ francés y el luso es la esperanza del elenco ‘chico’ que quiere iniciar un camino de gloria sumando su primer título de selecciones. Solo puede quedar uno.
Platini, Zidane... y Griezmann
Hablar de Francia es hacerlo de una de las selecciones más grandes del mundo. Le costó llegar a un nivel de excelencia y ser uno de los ocho elegidos que levantó la Copa del Mundo, pero en Europa brillaron con antelación. Los franceses pueden convertirse hoy en una de las mejores selecciones de la historia del continente europeo. Alemania y España suman tres títulos cada una, por dos de los galos, que están a un solo paso de germanos y españoles y a quienes pueden dar alcance hoy mismo.
Los dos títulos franceses tuvieron a dos grandes estrellas como referencia. Michel Platini, con quien ya comparan a Griezmann por sus números goleadores, levantó el título en 1984. El paralelismo es inevitable, porque ese campeonato se disputó también en territorio francés.
No es casualidad. Y es que les ‘Bleus’ están acostumbrados a triunfar en casa. Zinedine Zidane y la excelente generación del de la que el hoy técnico Didier Deschamps era capitán, también levantaron el título de campeones del mundo en suelo francés en 1998. Ellos sí fueron capaces de darle continuidad y dos años después, en la Eurocopa de Bélgica y Holanda, vencieron a Italia para sumar el que hoy es el último título oficial de Francia.
Es decir, la selección del gallo suma tres grandes títulos y dos de ellos los consiguió siendo anfitrión. Siempre cumplen jugando ante su hinchada, lo mismo que buscarán hoy día.