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¡Fumigaron el ‘infierno’!

Bogotá, Colombia (AFP)
La vida de Juan Cristóbal Esguerra ‘bailaba’ entre el cielo y el infierno. Este ecuatoriano es uno de los cientos “sin techo” que habitaba en la zona roja llamada ‘Bronx’, en el centro de Bogotá, a solo seis cuadras del palacio presidencial de Colombia.
Juan Cristóbal contó sobre los riesgos de vivir en ese barrio, donde según la alcaldía de esta ciudad se recaudaban cerca de 1,5 millones de dólares mensuales por tráfico de estupefacientes y armas, entre otros delitos.
“La vida de un ser humano en el Bronx pendía de un hilo en cualquier momento: por cualquier error podía ser asesinado, picado, tirado a los perros, a los caimanes o desaparecido en lo que se llamaban las canecas con ácido”, dijo.
En este sitio, considerado por la policía como la zona de mayor expendio de drogas del país, se hallaron casas de tortura y descuartizamiento, durante una intervención iniciada el pasado fin de semana, informó ayer la Fiscalía de Colombia.
Fueron identificados “tres sitios donde había calabozos y mazmorras y además disparos en la pared” y restos de “sangre humana”, confirmando una “hipótesis” que motivó el inicio de las pesquisas hace varios meses, dijo Julián Quintana, director del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía.
“Cuando las víctimas tenían heridas abiertas, se las exponía frente a los perros para que prácticamente se los comieran vivos”, señaló a periodistas, al detallar los métodos de tortura registrados en estos sitios, conocidos como “casas de pique”.
El ‘Bronx’, dominado por una “gran organización” dedicada al narcotráfico, también es aledaña a dependencias del Ejército y de la Policía colombiana.
Operativo inició el año pasado
En el marco de este operativo, la alcaldía de Bogotá había confirmado el sábado la liberación de 200 menores de edad víctimas de explotación sexual, que se suman a los más de 1.500 habitantes de calle “esclavizados” que fueron trasladados en los últimos días a centros de acogida para su rehabilitación, agregó Quintana.
La operación, que deja 11 detenidos, empezó a fraguarse hace aproximadamente un año, cuando dos miembros de la Fiscalía fueron secuestrados en esa zona, y tras su liberación alegaron torturas durante su cautiverio.
“Dicen que los torturaron, que les iban a cortar los brazos e inclusive que les iban a arrojar ácido”, afirmó Quintana.
En el operativo se han incautado 100.000 papeletas de bazuco (pasta base de cocaína) y otras drogas, además de 30 armas de fuego y 900 máquinas tragamonedas, informó la Fiscalía.