Alentar a su equipo, en silla de ruedas

En una silla de ruedas eléctrica y con los ojos bien abiertos, Geovanny Leal se paseaba por la explanada del estadio Monumental de Barcelona, junto a un grupo de amigos que caminaban entre una marea de gente vestida de color verde y blanco.

Leal es un hombre de 35 años y es uno de los dos mil seguidores del Atlético Nacional, que vinieron a alentar a su equipo.

“Viajamos de sábado a martes, nosotros venimos desde Bello, Antioquia. Estamos cansados, no hemos hecho muchas paradas, pero así es la fe del hincha”, cuenta Geovanny, exhausto, luego de tres días de viaje por tierra.

Esa noche, Barcelona venció al Atlético en la Copa Libertadores y los fanáticos del cuadro ‘cafetero’ sorprendieron a los de la Sur Oscura, que sin bombos ni trompetas, no pudieron competir contra los visitantes durante el partido.

“Este equipo es el más popular de Colombia, siempre lo vamos a apoyar a cualquier lado, hoy vencemos 2-1”, agregó Carlos, un amigo de Geovanny, quien lo resguarda mientras camina en su silla.

“Armani es mi jugador favorito, por eso yo estoy de amarillo, diferente a todos, porque tengo la camiseta del arquero”, confesó el lisiado antes de irse detrás de otros hinchas, que llevaban sacos gigantes con pañuelos, banderas y otros trapos “sagrados”, así como ellos llaman a las telas en donde escriben frases de apoyo a su equipo.

Él, muy feliz, también sacó su trapo sagrado: “los de silla”, decía.