No es una final, pero en Sangolquí se jugará como si lo fuera. El telón de la LigaPro 2025 se baja este domingo y el actual campeón del fútbol ecuatoriano, Independiente del Valle, recibe a Barcelona SC por la décima fecha del hexagonal final. Un partido que no define campeón, pero sí puede definir el futuro deportivo y económico del Ídolo.

Independiente del Valle llega relajado, pero no indiferente. Con 79 puntos, los Rayados firmaron una campaña histórica, récord absoluto para el club y una reafirmación de su modelo. Juegan por prestigio, por cerrar el año con autoridad y por recordar que el campeón no negocia intensidad, ni siquiera cuando ya cumplió el objetivo mayor.

Con calculadora en mano

Barcelona, en cambio, llega con la calculadora en la mano y el corazón acelerado. Con 67 puntos, el Ídolo del Astillero se juega algo más que tres unidades: se juega el boleto directo a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2026. Un premio que, traducido a números, significa al menos cuatro millones de dólares asegurados: tres por participación otorgados por Conmebol y cerca de un millón más entre taquillas y premios por rendimiento. Cada victoria en esa fase paga 360 mil dólares. Ganar no es solo deportivo, es supervivencia financiera.

El escenario es claro y cruel. Si Barcelona gana, asegura el cupo y respira. Si empata, deberá mirar de reojo lo que haga Liga de Quito ante Universidad Católica. Y si pierde, el drama se multiplica: dependerá de que Liga caiga para no quedarse con las manos vacías.

Es ganar o ganar

No hay margen para el error. No hay mañana. Este partido no entrega la copa, pero puede hipotecar un año entero. El fútbol, una vez más, pone el precio sobre la mesa.

Todo se resolverá el domingo 21 de diciembre, desde las 15:00, por la señal de El Canal del Fútbol. Independiente del Valle será juez, testigo y verdugo.

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