Pol Deporte cumplió un sueño que parecía escrito en las paredes de la ilusión: relatar un partido de Champions League, pisar el imponente Santiago Bernabéu y, como si fuera poco, recibir camisetas originales de figuras del Manchester City. Pero la historia se vuelve aún más sabrosa cuando aparece su amigo, el del asadero de pollos, cruzando medio mundo para llegar a Madrid y sorprenderlo con pollo peruano calentito, como un pedazo de casa en el bolsillo.

Pol Deporte, cuyo nombre real es Cliver Huamán, siempre quiso ser policía, pero el destino lo encontró antes, cuando apenas tenía 15 años y descubrió que su verdadera vocación era relatar sueños ajenos y propios. Y además es un agradecido de Dios, al máximo en el Bernabéu, sacó una bandera que decía Gracias Jesús. 

Una locura en el Bernabéu

Le dieron la camiseta personalizada del Manchester City

Llegó al Bernabéu muchas horas antes del partido, acompañado por su hermano Kenny, cargando más ilusión que batería en el celular. Su amigo del asadero viajó sin entrada, pero como en toda buena historia, un alma generosa apareció y le regaló un boleto para ver el Real Madrid vs. Manchester City. Así se completó el cuadro emocional.

El diario Marca lo invitó como figura especial. Lo entrevistaron, lo pusieron frente a los micrófonos de Radio Marca y hasta lo dejaron narrar en quechua, lengua que lleva como escudo en el alma. En una de esas entrevistas, soltó lo más duro y más hermoso: recordó a sus padres. “Ahora quiero conseguir un terreno para ellos, que tengan una vida mejor. Muchas veces se reían de mi padre, decían que estaba flaco y parecía que no comía. Cuando teníamos hambre, tomábamos agua, pero seguíamos soñando”.

Toda una historia de telenovela

Evocó también su infancia, cuando con tres o cuatro años salía al campo a pastorear vacas. Habló de sus miedos, de cómo le daba vergüenza mostrar su rostro en video. “Mi amigo me grabó narrando, pero enfocando a la pared. Me avergonzaba que se viera mi cara”. Hoy, esa misma cara llena de ilusión se vio en el Bernabéu, donde su voz volvió gigante el sueño de un chico del campo que aprendió a narrar la vida sin miedo.

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