La indisciplina, el rival que suele ‘golear’ a los futbolistas ecuatorianos

La vida bohemia y la deportiva son dos estilos que no van de la mano. Así como no se mezcla el agua y el aceite, de igual manera estas actividades deben no juntarse

especialmente si eres deportista o futbolista en este caso.

Tal parece que los futbolistas ecuatoriano, en algunos casos, no todos, parecen no tener claro que la carrera del futbolista profesional es de corta duración y debe ser aprovechada al máximo.

Un claro ejemplo de no aprovechamiento en el caso de José ‘Tin’ Angulo. El jugador de Independiente del Valle, luego de tener una exitosa Copa Libertadores en el 2016 llegando a ser finalistas del certamen, fue fichado por club Granada de España, sin embargo nunca llegó a jugar.

¿El motivo? Dio positivo en cocaína en un control antidopaje luego de un partido de la Libertadores, lo que le costó en principio 12 meses de suspensión de las canchas por un tribunal de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), sin embargo la propia FIFA apeló esta sanción.

Fue el 18 de diciembre de 2017 cuando el Tribunal Arbitral de Deporte (TAS), luego de revisar dicho pedido, oficializó su sanción por cuatro años a Angulo por el positivo en cocaína del pasado 20 de julio de 2016.

El jugador que se encontraba de regreso a Independiente tras su intento fallido de jugar en el exterior, fue inhabilitado de actuar profesionalmente hasta julio de 2020.

Pero los problemas del ‘Tin’ no terminarían ahí... Angulo volvería a ser protagonista de una nueva indisciplina. Esta vez ocasionado por el consumo de alcohol y causar disturbios en un conjunto habitacional, en el cantón Rumiñahui, suroriente de Quito.

Allí, Angulo, acompañado de otros futbolistas y varios allegados, se habría instalado para beber. Pero terminaría detenido, no sin antes agredir a policías y a un comisario que terminó con una fractura en su mano derecha por supuestas patadas que lanzó el ‘Tin’.

Según el parte policial, durante la bronca, los detenidos gritaban improperios en contra de los agentes. “Les voy a hacer matar a ustedes y a toda su familia”. Además, José Angulo “intentó sustraer el arma de dotación de los servidores policiales”, señala el informe.

Tras este problema, Santiago Morales, gerente de Independiente del Valle, último plantel nacional en el que jugó Angulo, precisó a EXTRA que el futbolista “ya no es jugador del club. Está suspendido por dos años y medio... Está cancelado su contrato”.

El inesperado caso de Guagua

Otro caso reciente fue el de Jorge Guagua, defensa y campeón 2017 de Emelec. El Patrón, con una larga carrera sin actos de indisciplina, tuvo su primera e inesperada caída.

El hecho se dio a conocer en redes sociales, a mediados de abril del presente año, luego de la difusión de un video donde aparecía Guagua en sitio de diversión nocturna

presuntamente en estado etílico y sin vestimenta en la parte superior de cuerpo.

Poco después de revelarse este video, ni el jugador ni el club se pronunciaron respecto al, hasta ese momento, supuesto hecho. Fue el 24 de abril cuando propio jugador habló sobre el tema.

“Todos saben lo que pasó y debo pedirle disculpas al presidente del club, al cuerpo técnico y a la hinchada. No era el momento de cometer ese error y de aquí tengo que hacer las cosas bien. Estoy comprometido, lo mío es un tema personal y obviamente tengo que aceptar que me equivoqué y alguna sanción”, dijo el jugador.

Guagua confirmó de esta manera que era él quien aparecía el video. “No soy de andar en esto, pero estoy consciente de que cometí un error, no era el momento de salir por todo lo que estamos pasando (malos resultados deportivos)”, agregó el Patrón.

El caso de Angulo y Guagua son los más recientes pero no los únicos. El fútbol ecuatoriano ha tenido varios casos de jugadores que han cedido a la tentación de consumir bebidas alcohólicas, salidas nocturnas y otros actos de indisciplina.

- Miller Bolaños, suspendido en 2008 por un año tras dar positivo en una prueba antidopaje por consumo de cocaína, cuando jugaba en Barcelona SC.

- Álex Bolaños en 2009 provocó un accidente de tránsito en estado etílico, provocando la muerte de un ciudadano, según establecieron las autoridades.

- Armando Paredes, jugando en Liga Deportiva Universitaria de Loja en el 2011, fue separado del club por una riña en una discoteca tras encontrarse en aparente estado de ebriedad.

- Freddy Olivo durante su paso por Barcelona SC en el 2013, atropelló a una persona mientras manejaba en estado de ebriedad, según confirmaron las autoridades.

- Jaime Iván Kaviedes, en su segunda etapa en Barcelona SC, fue acusado por el técnico de la época, Mario Jacquet de traicionar la disciplina en el equipo y poner el mal ejemplo a los demás luego de faltar 4 días a los entrenamientos sin pedir permiso.

Pero, ¿Qué factores son los que influyen para que algunos jugadores ecuatorianos no mantengan el título de profesional a lo largo de su carrera deportiva?

“Se piensa que la persona que toma, o que tiene más mujeres es el líder”

Para Juan Carlos Burbano, exjugador de El Nacional y exseleccionado ecuatoriano mundialista en Corea-Japón 2002, depende mucho de la educación y esta debe iniciar desde la familia.

“Lastimosamente algunos jugadores no tienen esa oportunidad de tener esta educación debido a problemas dentro del mismo hogar; ellos crecen viendo esto y piensan que es normal. Cuando llegan a ser futbolistas profesionales, con la fama y el dinero recaen en eso”, menciona.

Burbano cree que de no existir esta formación, es responsabilidad de los clubes dársela a los jóvenes desde las categorías inferiores. “No solo para que ganen trofeos, medallas, sino también para formarle como persona, crearles una identidad con el club, darle charlas de buen comportamiento en un lugar público, para dar una entrevista, inclusive para estar en un discoteca”, señala el exjugador militar.

Agrega que “en la actualidad se piensa que la persona que toma, o que tiene más mujeres es el líder, que sobresale...creo que hemos perdido el sentido de lo que realmente debemos valorar, a quien debemos seguir, quien es el líder... en los grupos de jóvenes a veces el líder es el que sobresale en esos aspectos (negativos) y no debería ser así”.

Sobre el caso de ‘Tin’ Angulo, Burbano cree que perdió la oportunidad de cambiar su vida yendo a jugar a una de las mejores ligas del mundo por una noche de diversión no sana para un futbolista con los amigos.

Explica que pese a la segunda oportunidad que Independiente le dio al jugador el jugador recayó en un nuevo problema (consumo de alcohol y agresión a autoridades policiales).

El exseleccionado cree que en la vida las oportunidades son pocas. “En el fútbol si no aprovechaste la oportunidad, ya sea en un equipo o en la selección, otro la tomará”.

Pero Burbano va más allá de lo deportivo. “No solo hay que pensar que perdimos un futbolista para la selección, sino sobre todo una persona para la sociedad que luego puede ser mal ejemplo. Un futbolista bien formado, termina su carrera y queda la persona que da ejemplo, puede ser guía...”, indica.

“Cuando les llega la fama, el dinero, tienen que estar preparados”

Mientras el exjugador de Barcelona y Emelec, Ricardo ‘Bocha’ Armendáriz, piensa que la indisciplina se genera por problemas en la etapa de formación. “Los futbolistas como son de estratos bajos vienen de hogares disfuncionales muchas veces, entonces no han tenido la guía necesaria y la formación más importante que viene de casa”, señala Bocha.

Otros, según Armendáriz, toman otro rumbo y se “auto educan y llevan una buena vida profesional con los cuidados que necesita un jugador para estar a un buen nivel”. Sin embargo los que no optaron por este camino y han sufrido todas las deficiencias en su formación, “cuando llegan a jugador, les llega la fama, el dinero y tienen que estar preparados para ese cambio vida, son los que terminan cayendo en estas situaciones (indisciplina) que no son nada edificantes para el futbolista. No es que son malos chicos, sino que su formación no fue de lo mejor”, manifiesta el también extécnico.

Bocha explica que los jugadores que “pisan la tierra para no marearse con el cuarto de hora que da la fama”, son los que sostienen a lo largo de los años como figuras y llevan una buena vida, se cuidan en su aspecto personal y entrenan cada día para ser mejor.

Respecto a aquellos que han incurrido en actos de indisciplina y buscan la redención, Armendáriz cree que “si los presos pagan sus culpas y son reinsertados a la sociedad, ¿por qué no un futbolista?”. El exjugador explica que antes que futbolista es un ser humano. “La gente en su vida normal se pega sus tragos y el futbolista también lo hace, pero todo en exceso es malo. Él debe saber controlarse, saber cuales son sus normas de comportamiento y no sobrepasarlas, no extralimitarse”.

Sobre si los jugadores son consciente de que su carrera es corta, Bocha menciona que el futbolista “sabe que cada año perdido es un 10 % de su carrera que la tira por la borda”.

Ante esto cree que siempre debe haber el consejo de un amigo, del dirigente , sobre cómo debe invertir sus ganancias y de su comportamiento para que no se desvíe del buen camino.

Asimismo piensa que debe existir asistencia por parte del club en la formación del jugador desde los chicos que están en las categorías inferiores.

“Deben tener psicólogos para que ellos vayan tomando el camino correcto desde chicos. Al joven futbolista hay que enseñarle a ser buena gente, a saber manejar los principios de los clubes como la disciplina y el orden. Así, ese chico va creciendo y llega a ser un buen profesional; en el momento que se desvíe por un acto, él tiene al amigo, al psicólogo, el entrenador, la familia, el dirigente, para que escoja el mejor camino”, señala Bocha.

“Debe de tomarse en cuenta la parte psicológica y trabajar con eso”

Desde el punto médico profesional, el Dr. Eduardo Tigua, psicólogo deportivo, señala que uno de los factores que puede influir en el jugador indisciplinado es el manejo que el directivo puede estar dándole al jugador y que estando desde afuera no se conocen.

“Con mucha frecuencia hay directivos que hacen contratos leoninos (con ventajas solo para una de las partes, en este caso el directivo). Cuando el jugador se siente ‘injusticiado’ desde el punto de vista del técnico, al ver que prefieren a otros jugadores sobre ellos, eso genera indisciplina”.

Para Tigua, según su experiencia trabajando en clubes profesionales, esto crea muchos malentendidos y de ahí se derivan las malas conductas, sobre todo en jugadores que no cuentan con la formación suficiente, tolerancia, el manejo de la situación, que son los más propensos a incurrir en malas conductas.

Asimismo explica que el manejo de un grupo de alta competencia, obviando el aspecto psicológico, se convierte en uno tipo veterinario.

“El hombre es un ser psicosocial, por ende, no es solo darles de comer, hacerlos correr, jugar harta pelota, debe de tomarse en cuenta la parte psicológica y trabajar con eso”, señala el profesional.

Tigua menciona que al directivo, por lo general, no le gusta tener un psicólogo porque termina enterándose justamente de esa parte dañina de las contrataciones que no les conviene que se sepa.

Sobre la recuperación de un jugador indisciplinado, señala que depende de en qué medida se involucren en cuestiones dañinas. Si es mayor será más difícil recuperarlos, pero mientras más pronto el directivo se preocupe por manejar a su grupo de jugadores en este aspecto, los resultados serán alentadores.

“El jugador sabe que su carrera es corta, pero no lo conocen con la profundidad filosófica que alcanzamos con los años. Estos mismo viejos que alcanzamos la cordura con la edad, no pensábamos así cuando teníamos la edad de ese jugador, pero a veces somos crueles al juzgarlos no considerando que ellos son jóvenes”, dice.

De cierto modo, el doctor dice comprender la indisciplina de ciertos jugadores. Esto debido a la organización poca profesional que se le da al club. “Obviamente al no tener una estructura, es fácil que se desbanden, que incurran en fallas, que se dejen llevar por malos amigos, etc, pero para eso está el psicólogo para orientarlos, ya que el directivo, a veces, no tiene la paciencia ni el conocimiento para guiar bien a su grupo”.