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¿Ismael Blanco entrenador de Barcelona SC?: El goleador analiza su futuro en el club
Barcelona SC podría tener a Ismael Blanco como entrenador: el goleador lo revela
Tiene 42 años y bien podría seguir jugando, pero Ismael Blanco decidió que era momento de cerrar un ciclo en su carrera activa. El delantero argentino tuvo un paso por Barcelona entre 2014 y 2016, coronándose campeón en su último año.
Sin embargo, la pasión por el fútbol lo llevó a la Segunda Categoría, primero con Atlético Saquisilí en 2023 y luego con Dunamis 04 de Tulcán en 2024.
Blanco dejó una huella en Barcelona: 27 goles que aún resuenan en la memoria de los hinchas. Pero uno de los momentos más recordados ocurrió en noviembre de 2014, cuando por expulsión de los porteros Máximo Banguera y Damián Lanza, Blanco se puso los guantes y defendió el arco del ídolo.
La verdad de Ismael Blanco como entrenador
Ahora, como entrenador titulado, regresó a Guayaquil durante las fiestas y compartió con EXTRA su vida en amarillo y la empatía de la gente.
Podrías continuar jugando con 42 años. En las fiestas vimos que estás ‘papelito’.
Mucha gente me lo ha dicho, pero no. Ya creo que dimos un paso al costado como jugador, aunque las ganas siguen intactas.
Ecuador y Barcelona se quedaron en tu vida...
Muchas cosas quedaron, no solo como jugador. Mi hijo más chico nació en Guayaquil y cada vez que vengo siento que sigo ligado a Barcelona y al país. La gente siempre ha sido increíble conmigo, con respeto y mucho cariño.
Lo tuyo es una mezcla de goles con carisma. Incluso hinchas de otros equipos te piden fotos.
Sí. A veces me pregunto si me quieren por lo que fui como jugador, pero creo que muchas personas me valoran más por mi personalidad y mi forma de ser. Soy un tipo normal, trato de ser sencillo y correcto, siempre serio pero cercano. No sé si el cariño es por ser exjugador o por mi persona, pero eso me llena.

Tiene 42 años y es entrenador titulado
Has tenido una vida de extremos. Jugaste en varias posiciones y después de Barcelona estuviste en equipos de Segunda Categoría.
Fueron decisiones lindas. Incluso fui defensa con Guillermo Almada en Quito, y pasé por todos los puestos: delantero, medio, defensa y arquero. Lo viví al máximo y la gente me lo reconoce. Luego decidí jugar en Segunda Categoría para experimentar otra realidad, entender cómo se vive abajo, y eso me ha servido mucho ahora como director técnico.
¿Pasaste de ser observado por 60.000 hinchas a cuántos?
A veces mil, o menos. Las canchas, los viajes y las comodidades son distintos, (se necesita) mucho más ‘pulmón’. Lo hice en Ecuador, Argentina y Grecia. Me gustan esos desafíos, convivir con chicos que sueñan con estar arriba y jugar con ellos es como tocar el cielo. Ahora, como técnico, entiendo esos pensamientos.
Fuiste delantero, volante, defensa y hasta arquero. ¿Qué te falta en Barcelona?
Me falta ser entrenador, para completar la última parte de mi carrera en el club.
¿Ser entrenador del ídolo?
Sí, ya estoy titulado. Está en mis planes, no sé si será mañana o dentro de poco, pero sé que algún día estaré en ese estadio dirigiendo.

Dice que conoce bien el mundo Barcelona
Ya conoces bien el ADN del equipo amarillo.
Sí, conozco el club, la ciudad, el país, todo. Barcelona es un gigante que siempre sorprende. Tengo claro qué significa todo lo que rodea al club.
Cuando estás en Ecuador, seguramente te deben preguntar siempre por el día que fuiste guardameta en el Ídolo.
Sí, fue una de esas locuras que quise probar. Atajar es la posición más difícil, nadie te defiende detrás. Me tocó esa posibilidad ante Independiente del Valle (en 2014), incluso en la altura, que hace todo más complicado.