Marruecos es una de las sensaciones en el Mundial de Catar 2022. De esta selección no solo se habla, en las redes sociales, de su histórica clasificación a semifinales, sino también de las conmovedoras imágenes que han dejado los miembros de este elenco al festejar con sus madres.

El primero en robarse las miradas fue Achraf Hakimi. El pasado 6 de diciembre fue quien generó uno de los momentos más emotivos del Mundial.

Al marcar el penalti que dictó la victoria ante España y el pase, por primera vez en la historia de Marruecos a los octavos de final de un Mundial, el futbolista corrió a las gradas para abrazar a su madre.

Saida Mou le dio la bienvenida a su hijo con un cálido beso y el momento fue captado por fotógrafos, que ahora se viraliza en las redes sociales.

“Venimos de una familia modesta, que luchó por sobrevivir. Hoy, lucho todos los días por ellos. Ellos se sacrificaron por mí”, dijo el futbolista nacido en España, pero de padres marroquís, en una entrevista antes del Mundial.

Una vida dura

Según la prensa española, la madre de Hakimi trabajó durante varios años como empleada doméstica y su padre como vendedor ambulante. Una familia humilde que hizo todo lo posible por ver a su hijo cumplir su sueño de ser futbolista.

Sin embargo, no era la primera vez que el lateral derecho del PSG celebraba un logro de la selección marroquí junto a su madre. Cuando Marruecos venció a Bélgica, todavía en la fase de grupos del Mundial, el jugador también corrió a la grada para celebrar con Saida.

Aquella foto, del sentido beso del hijo a su madre en la cabeza, quedó como la tierna del torneo y se repitió en el duelo ante España.

Luego de vencer 1-0 a Portugal, los marroquís no pararon de festejar la histórica clasificación a semifinales del Mundial de Catar y cada uno a su manera enmarcó el momento.

Otro de los festejos que le está dando la vuelta al mundo es el del jugador Sofiane Boufal, quien invitó a su mamá a la cancha y empezó a celebrar con ella el triunfo ante los lusos, acción que se volvió viral en redes sociales.

Después de terminar de festejar, a Boufal se le preguntó sobre el detalle que tuvo con su madre y aseguró que la unión familiar y el apoyo primordial de su progenitora ha sido fundamental en su proceso como futbolista profesional.

“Hemos afrontado a las mejores naciones del mundo y les hemos ganado. No es por casualidad. Espero que este sueño no se acabe ahora. El apoyo es lo más importante”, dijo Boufal al terminar de festejar.

Lo mismo ocurrió con el entrenador de Marruecos Walid Regragui, quien luego de vencer al combinado portugués corrió hacia la tribuna y encontró a su madre entre los fanáticos. La abrazó, la besó, le dijo unas palabras al oído y se fue.

Luego se conoció que la celebración entre Fátima Benmasoud y su hijo Walid era especial, debido a que ella nunca lo pudo ver en una tribuna, ni como futbolista ni como entrenador.

Es que hace 50 años su madre decidió emigrar a Francia y allí se quedó, sin viajar a ver un partido de su hijo a lo largo de su carrera. Ante esto, Regragui no dudó, la convenció y la llevó a Catar.

La historia ya está escrita. Los jugadores de Marruecos metieron por primera vez a su país a las semifinales de un Mundial, siendo además la primera oportunidad en que un equipo africano alcanza esa instancia. Y todo esto con el apoyo de sus madre en las tribunas.