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¡La última decepción!

Después de las enormes decepciones en el Mundial de Brasil 2014, en el que Alemania goleó sin compasión a los cariocas, y el tropiezo en la Copa América Centenario en la fase de grupos, Brasil volvió a sonrojar a su incansable hinchada. De nuevo en territorio propio, ante la débil Sudáfrica, que terminó con diez jugadores, el conjunto local tropezó en el debut olímpico, un día antes de la ceremonia inaugural de Río 2016.
Neymar, quien lo intentó de todas las formas posibles, y Gabriel Jesús, delantero por el que Barcelona y Real Madrid pelearon durante el mercado de pases y que finalmente firmó por el City, eran las máximas estrellas del torneo, pero decepcionaron.
Es cierto que el jugador del Barcelona fue lo mejor del partido, pero aun así, dada su calidad, resulta decepcionante que no sea capaz de liderar a su equipo con un triunfo. Puso espectáculo con filigranas, regates y tacos, pero no marcó la diferencia, precisamente lo que sus detractores le critican.
En principio, no habrá problema para que los brasileños superen esta fase y luchen en las eliminatorias, pero en ningún momento se vio ese equipo que prometía el oro.
De hecho, durante muchos minutos pareció más cercano el tanto africano, evitado únicamente por las atajadas del arquero Weberton.
Por su parte, en el otro cotejo de este grupo A, Dinamarca e Irak también acabaron empatados (0-0), por lo que todo queda abierto para la segunda fecha.