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Lewis Hamilton está devastado por el fallecimiento de su perro Roscoe
El piloto británico de Fórmula 1, Lewis Hamilton, confirmó que su perro Roscoe murió en sus brazos el pasado 28 de septiembre
El piloto británico de Fórmula 1, Lewis Hamilton, atraviesa uno de los momentos más tristes de su vida personal. El pasado fin de semana, confirmó en sus redes sociales el fallecimiento de Roscoe, su inseparable perro bulldog, que durante años fue su fiel acompañante dentro y fuera de las pistas.
La noticia conmovió a sus seguidores, pues días antes Hamilton ya había adelantado que Roscoe atravesaba un delicado estado de salud. El can había sido ingresado en una clínica veterinaria luego de sufrir un cuadro de neumonía que le dificultaba respirar.
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El siete veces campeón mundial compartió que, en medio de la emergencia, Roscoe fue sedado para poder realizarle controles médicos. Durante el procedimiento, el corazón del perro se detuvo, aunque los especialistas lograron reanimarlo. Sin embargo, quedó en coma y permaneció cuatro días conectado a soporte vital.
“Roscoe contrajo neumonía de nuevo y estaba luchando por respirar. Fue ingresado en el hospital y sedado para calmarlo mientras le hacían controles. Durante el proceso, su corazón se detuvo. Lograron recuperar el latido y ahora está en coma”, explicó Hamilton el pasado viernes, dejando entrever que el desenlace podría ser fatal.
La despedida más difícil a Roscoe
Finalmente, el domingo 28 de septiembre, el piloto se enfrentó a una de las decisiones más duras de su vida: despedirse de su perro. “Después de cuatro días de soporte vital, luchando con todas sus fuerzas, tuve que tomar la decisión más difícil de mi vida y despedirme de Roscoe. Nunca dejó de luchar, hasta el final. Me siento tan agradecido y honrado de haber compartido mi vida con un alma tan hermosa, un ángel y un verdadero amigo”, escribió en Instagram, junto a un carrusel de fotos que repasaban momentos entrañables junto a su mascota.
Hamilton describió a Roscoe como un gran apoyo emocional en sus años de carrera y aseguró que traerlo a su vida fue “la mejor decisión que pudo tomar”.
Aunque el piloto ya había vivido la pérdida de Coco, otra de sus perritas que lo acompañó durante varios años, confesó que jamás se había enfrentado al dolor de tener que dormir a una mascota. “Es una de las experiencias más dolorosas y siento una profunda conexión con todos los que han pasado por la pérdida de una mascota. Aunque esto fue tan difícil, tenerlo fue una de las partes más hermosas de la vida”, concluyó.

Para sus seguidores, Roscoe no era solo la mascota de Hamilton, sino una figura conocida en el paddock de la Fórmula 1. El bulldog solía acompañarlo a los circuitos, protagonizando fotos y videos que se volvieron virales. Hoy, su ausencia deja un vacío no solo en el corazón del piloto, sino también en la comunidad que lo veía como parte de la familia del deporte.
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