SUSCRIBIRME POR $1/ 1 MES

Exclusivo
Deportes

Luisa Valverde, cuando el desafío por un cupo olímpico puede ser quedar paralítica

La luchadora libre ecuatoriana se clasificó a París 2024 tras padecer una grave lesión que la amenazaba quedar en silla de ruedas y dejar el deporte.

Luisa Valverde lucha
Luisa (d) en medio de la pelea con la cubana a la que venció en semifinales del Clasificatorio y que le valió la entrada a los Juegos Olímpicos 2024.Cortesía

La historia de Luisa Valverde por la clasificación a los Juegos Olímpicos de París 2024 lleva consigo un drama de lesión grave y la perseverancia por un sueño que más es revancha personal. Diploma olímpico en los pasados Juegos de Tokio 2020, Luisa tuvo que batallar ahora con la posibilidad de un retiro definitivo del deporte o continuar con los cuidados necesarios. Escogió la segunda y le resultó.

Cuando el jueves 29 de marzo pasado recibía de manos del presidente de la Asociación Panamericana de Lucha, Francisco Lee, el boleto a París, a Luisa se le salieron las lágrimas. Eran de alegría y liberación.

Resulta que a ella desde hace algún tiempo venía sintiendo que algo no andaba bien en su cuerpo. Entrenaba con ganas, pero muchas veces debía parar. Se hacía chequeos y los resultados no arrojaban con exactitud lo que tenía. “Tenía una lesión grave”, recuerda aún con dolor.

En los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, un forcejeo en uno de los combates le provocó dolor en su cuello. No pudo avanzar a la final y debió conformarse con la medalla de bronce. Allí decidió realizarse exámenes más exhaustivos hasta dar con el resultado: una fractura estable en la C3 de la cervical. Lo peor estaba por venir.

“Primero me dijeron que no podía volver a la lucha porque podía quedarme paralítica, pero consulté con otro médico, quien me propuso un seguimiento estricto durante 21 días. Así lo hice, y en 21 días la fractura ya había consolidado; el hueso se había unido”.

Fueron momentos duros, pero le sirvieron para aprender a manejar sus emociones. “La fractura de la cervical me hizo pensar en un momento si renunciar en buscar la clasificación (olímpica), volver a invertir en mí en lo económico y salir nuevamente a un país desconocido para así prepararme. Incluso algunas situaciones familiares me hicieron querer regresar a casa, pero siempre confié en que Dios me ayudaría a salir de todo, y me daría la tranquilidad para afrontar cada obstáculo. Y así fue”.

En el Clasificatorio de Acapulco, en México, Valverde fue estratégica, segura y fuerte ante sus rivales. En cuartos de final de los 57 kg de la lucha libre femenina venció a Betzabeth Sarco, de Venezuela (5-0), y luego por el boleto a París se impuso (6-2) a Ángela Álvarez, de Cuba.

“Con mi entrenador David Ochoa nos enfocamos mucho en divertirnos en el Panamericano, hacer como que fuera un entrenamiento, pero pensando en tener un resultado sin bajarnos del podio, y así fue (logró bronce); y luego sí luchar y dejar todo en el Clasificatorio, y las cosas se dieron”, comenta.

“Habíamos analizado a cada una de las contrincantes en cada entrenamiento, ya había visualizado todas las llaves de mi categoría y le dije a mi entrenador, no sé por qué, pero vamos a luchar la clasificación contra Cuba. Sabía la posibilidad de que Brasil podría perder con Cuba (en cuartos) y así fue, la categoría estuvo súper dura”.

En Tokio 2020 Luisa logró diploma olímpico tras ubicarse entre las ocho mejores de su división. Ahora quiere avanzar y llegar al podo. “Siempre es posible mejorar y ahora voy a trabajar para buscar mi medalla”.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!