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El mensaje de Galíndez a Valle que te pondrá la piel de gallina: un sueño cumplido
¡El fútbol es de los valientes! Gonzalo Valle saltó del banco a la historia con Ecuador
A veces, el fútbol no avisa. Solo pasa. Y Gonzalo Valle lo vivió en carne propia. Gonzalo Valle estaba tranquilo, calentando, haciendo lo suyo en la previa del partido de Ecuador contra Brasil en el Monumental. Nada especial, lo de siempre: moverse, sudar, activar los guantes.
Pero de pronto, ¡pum! Noticia: Hernán Galíndez se lesionó. Un pinchazo en el gemelo y fuera del partido. Silencio. Miradas. Y Moisés Ramírez y Valle a calentar de inmediato.

“Estábamos haciendo el calentamiento y lastimosamente Hernán (Galíndez) sintió el pinchazo en el gemelo y bueno, en ese momento, tras la noticia, Ramírez y yo teníamos que calentar…”, contó Valle. Así, sin anestesia. El destino lo estaba empujando al arco.
Y Valle, que nunca había jugado un partido con la Selección, ni amistoso, ni Sub 17, ni Sub 20, se metía a jugar contra Brasil. No es broma. Brasil. Rival grande. Estadio lleno. Televisión mundial.
“Nunca quiero que un compañero se lesione. Hernán me dijo que haga como si fuera un partido más”, soltó el arquero, con la humildad que siempre lo acompaña.

Pero no era un partido más. Era su debut. Era su momento. Era el sueño de ese pelao que empezó en las inferiores, que volaba en Guayaquil, que nació en Riobamba pero se hizo arquero en Guayaquil con River Ecuador y Guayaquil City y ahora en LDUQ.
Y ahí estaba, parado bajo los tres palos. Nervios. Oración. Corazón latiendo a mil. ¿Y saben qué pasó? Valle respondió. Con personalidad, con manos firmes, con alma. Cuando todo acabó, no se aguantó.
Valle lloró de alegría al final del partido
“Estoy muy contento. Cuando acabó el partido se me salieron las lágrimas porque a la larga esto es un sueño desde que estoy en las inferiores. Ya se disfrutó el partido y ahora a enfocarnos porque sabemos que el martes tenemos una final”, dijo.
Lloró, sí. Y tenía derecho. A los 29 años, con cero partidos previos, con todas las cámaras encima, cumplía su sueño. Primero fue la convocatoria, después fue jugar.
“Estoy muy emocionado. Yo soy riobambeño, pero jugamos donde me críe (Guayaquil). Allá está mi familia. Estoy muy feliz de aportar con un granito de arena a la selección de Ecuador”, agregó.
Y cerró como solo cierran los que saben que no se regalaron nada en la vida: “Tenía que demostrar que por algo estoy aquí, que por algo (Sebastián) Beccacece confió en mí. Agradezco a mis compañeros y al cuerpo técnico que confiaron en mí en todo momento”.
Gonzalo Valle no debutó. Gonzalo Valle se graduó.