Alejandra la 'Locomotora' Oliveras murió el 28 de julio de 2025 en el hospital Cullen de Santa Fe, Argentina, a causa de una embolia pulmonar masiva derivada de un accidente cerebrovascular isquémico que sufrió el 14 de julio, según informó el diario La Nación de Argentina.

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Tenía 47 años. Con ella se va una de las figuras más importantes del boxeo femenino latinoamericano, pero también una mujer que convirtió su historia personal en una bandera de lucha social.

Origen humilde y maternidad temprana

Nacida en El Carmen, Jujuy, y criada en Córdoba, Oliveras vivió una infancia atravesada por la pobreza y la violencia. Fue madre a los 14 años y sobreviviente de abusos. En diversas entrevistas contó que llegó a vivir en la calle, que vendía flores y que comía de la basura. 

“Si no me mataron esas noches, nada me va a matar”, dijo en varias entrevistas citadas por medios locales. Esa historia la llevó a tomar el ring como plataforma de resistencia.

Campeona en seis categorías

Debutó profesionalmente en 2005 y construyó una carrera sólida: 33 victorias (16 por KO), tres derrotas y dos empates. Fue campeona mundial en seis categorías diferentes (WBC, WBA, WBO) y protagonizó duelos memorables, como el que le dio el título supergallo en 2006 al noquear a Jackie Nava en México. Fue, además, la primera mujer en boxear a 12 asaltos oficiales, récord que le valió un título Guinness.

Su estilo agresivo, su actitud desafiante y su carisma fuera del cuadrilátero la convirtieron en figura pública en Argentina y otros países de la región.

Más allá del boxeo

Tras su retiro en 2017, Oliveras no se alejó de la exposición. Participó en programas como Bailando por un Sueño, fundó el Team Locomotora, un grupo que promovía el deporte entre jóvenes de barrios vulnerables, y dio charlas motivacionales en cárceles, escuelas y clubes. 

También incursionó en política: fue candidata a diputada nacional, trabajó en eventos deportivos desde el Ministerio de Seguridad y en 2024 fue electa para integrar la convención constituyente de Santa Fe.

Eso no es todo, también realizaba transmisiones en vivo, entrenamientos públicos y posteaba mensajes de superación. Decía: “Yo peleo por todas las mujeres que se callaron, por las que no se animaron”.

Su muerte y legado

Estuvo internada durante dos semanas con pronóstico reservado. Aunque mostró leves mejorías, una trombosis venosa profunda desencadenó una embolia que le provocó un paro cardiorrespiratorio irreversible. Murió el lunes a las 16:00.

Alejandra Oliveras no solo fue una boxeadora, sino una figura que derribó estereotipos, visibilizó desigualdades y nunca negó de dónde venía. Su vida fue pelea constante, dentro y fuera del ring. Y esa es la imagen que quedará.

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