¡No estaba perdido, se fue de ‘parranda’!

Sangolquí, Pichincha

El Divino Niño Jesús tuvo una posición privilegiada para ver el encuentro entre el Independiente del Valle y el Boca Juniors. Un pequeño altar con la imagen se colocó junto a la pantalla gigante que se levantó en la plaza del monumento a Rumiñahui, en Sangolquí, a las afueras de Quito.

Allí, el triunfo del equipo sangolquileño ‘desquició’ a los aficionados del equipo ‘rayado’, tras la victoria de tres anotaciones a dos ante de los argentinos.

El escenario de la juerga futbolística fue, en un principio, aquella. Sin embargo, en medio de tanta algarabía, el Niño Jesús había desaparecido.

La mesa donde lo colocaron estaba vacía. Solamente quedó un adorno hecho en origami. En ese momento, Max Erazo Viteri, encargado de su cuidado, se asustó.

“Mi vida ¿dónde está el Niñito?”, inquirió el preocupado hombre a su esposa, quien estaba dentro de un restaurante que ambos dirigen cerca de la plazoleta.

La mujer no sabía qué responder ante el cuestionamiento. Era evidente: la imagen había desaparecido precisamente antes del festejo, momento en el que la gente se dirigiría hasta la iglesia central de Sangolquí.