SUSCRIBIRME POR $1/ 1 MES

Exclusivo
Deportes

¡Padre fútbol!

Noboa, Martínez e Irene Tobar son futbolistas, pero siempre contaron el con apoyo de ellos. Aquí hablan los papis, Fernando, Alonso y Jesús Tobar.

df
Los Martínez, Alonso y Fidel, amor de padre y fútbol.Cortesía

Actualmente son figuras del fútbol ecuatoriano, pero para llegar a serlo tuvieron el respaldo y los consejos de un padre que los sigue orientando, tal como cuando dieron sus primeras patadas a una pelota.

Es que hablar con Fernando Noboa, Alonso Martínez y Jesús Tobar es ir a la infancia de Christian Noboa, Fidel Martínez e Irene Tobar, personajes de nuestro fútbol que plasman a nivel personal y profesional todas las enseñanzas de sus progenitores.

Las historias que relatan estos padres tal vez más de uno las ha vivido en sus casas, porque a fin de cuentas los sueños de ser estrellas del balompié se parecen y no faltan las inocentes travesuras.

El Zar Noboa, experimentado jugador de la Tri, extendió su carrera de fútbol a base de sacrificio y disciplina, pero antes tuvo que quebrar varios adornos en su casa. Lo mismo sucedió con Fidel, el goleador de la pasada Copa Libertadores. Ambos tuvieron la complicidad de sus papás para evitar algún castigo por convertir la sala de la casa en un estadio.

También están las experiencias de Jesús Tobar, papá de Irene, quien le dio todo el apoyo a su hija cuando se iniciaba en una carrera que en ese tiempo era solo para hombres.

irene
Los Tobar con Irene la arquera de Dragonas y de la Tri.Cortesía

LOS TOBAR: “HICIMOS UN PACTO, SI ESTUDIABA LA APOYABA”

A los tres años de edad la mundialista Irene Tobar, arquera de Dragonas de Independiente del Valle y de la selección de Ecuador, ya estaba jugando fútbol con su padre Jesús Tobar. Lo que empezó como una forma de diversión, con el pasar de los años se hizo una profesión para la golera.

“Desde pequeña le gustaba el balón, tenía muñecas, pero la pelota le divertía, tenía tres años y ya era mi arquera”, dice un emocionado padre.

En la casa de los Tobar, se dieron cuenta de que lo de Irene con el fútbol iba en serio, cuando ella le dijo a su papá que el colegio lo quería hacer en una institución militar, debido a que la escuela la hizo en una de monjas, y no había tantas opciones para jugar fútbol.

"Mi padre siempre ha estado presente, es mi apoyo y mi guía. Siempre ha estado conmigo. Ha sido parte fundamental de mi carrera como jugadora y en mis estudios”.
De Irene para Jesús

Desde su etapa colegial se prendió por el amor al ‘rey de los deportes’ y cuando llegó a ser seleccionada por Guayas y luego vino la Tricolor. En sus primeros años en Rocafuerte, Unión Española, siempre la acompañaba Jesús, quien es bombero. “Cuando juega en Guayaquil, siempre vamos al estadio”, expresa Tobar.

Se emociona al máximo cuando habla de Irene y su llegada al fútbol profesional, expresa que se siente orgulloso.

Su hija le ha dado muchas camisetas de equipos, pero dice que le tiene más cariño a la de la Tri.

Cuenta que desde sus inicios se inclinó por el arco, porque era pequeña, pero que antes de que escoja el fútbol, padre e hija hicieron un pacto: “Llegamos a un acuerdo, yo la apoyo en el fútbol, pero ella tenía que seguir estudiando y lo ha cumplido, tiene su profesión y sigue jugando, me siento orgulloso de ella, a pesar de que ahora pasa en Quito y la extraño”, comenta Tobar, para quien ver a su hija con la Tricolor es un sueño cumplido.

IMG-20210607-WA0055
Christian Noboa con sus hijos Christopher y Lucas y sus padres Sonia y Fernando.Cortesía

FERNANDO NOBOA: “SE BAJÓ EL TV Y ME ECHÉ LA CULPA”

Fernando Noboa, papá de Christian, es de profesión marino. Dice que desde que aprendió a caminar, el Zar ya estaba jugando pelota. El jugador de la Tri siempre ha sido muy cariñoso y apegado, pero de lo que nunca se puede olvidar es de un Día del Padre en especial, cuando todo estaba bien en casa, hasta que se le ocurre tocarle el balón a Roberto, otro de sus hijos, y Cristhian. De pronto pasó algo que a Sonia Tello, la mamá, no le gustó.

Es que en medio de la emoción se ‘olvidaron’ de que estaban en la sala, cuando Christian sacó un ‘riflazo’, con tanta puntería con la que dispara al arco y hace goles, que tiró la televisión al piso.

"No hay palabras para decir lo que es mi padre, es un ser extraordinario, está siempre pendiente de todo lo que hago. Es un regalo de Dios”.
De Christian para Fernando

“La mamá los quería matar, entonces me tocó decirle que fui yo, para que a Christian no le pase nada, él tenía solo 9 años”, recuerda entre risas Fernando.

El padre ni olvida los regalos que le ha dado su hijo para el alma, como fueron los campeonatos con el Rubin Kazan y el Zenit en Rusia. Eso se le quedaron grabados en su corazón, así como los goles que ha marcado el Zar, tanto en clubes como en selección. “Cuando hizo el golazo al Bayern en Champions, nosotros estábamos en Madrid y gritamos el gol con la camiseta del Rostov, la gente estaba sorprendida porque lo festejábamos, luego lo explicamos”, cuenta Noboa.

Dice que como padre sabe todo el esfuerzo que ha tenido que hacer Christian para triunfar y sostiene que David, su otro hijo futbolista, ahora le sigue los pasos al Zar.

IMG-20210607-WA0166 (2)
Alonso y Fidel Martínez cuando Alegría y Atrevimiento era un niño.Cortesía

LOS MARTÍNEZ: LA MASCOTA QUE QUEBRABA TODA LA LOZA EN CASA

Don Alonso Martínez nació en Esmeradas y fue jugador de fútbol profesional, pero su vida la hizo en Lago Agrio. Él es el padre de Fidel Martínez, jugador de los Xolos de Tijuana y la Tricolor.

Disfrutó al máximo la época de Fidel niño, lo llevaba de mascota a todos los equipos en los que jugaba. Fidel quería pasar peloteando; ese flaquito nació para el fútbol.

Recuerda que en la casa había un aparador donde guardaba toda la vajilla que era para las ocasiones especiales, pero Fidel de un pelotazo lanzó todo al piso, pero lo que más sorprendió fue la respuesta que dio el ofensivo y la seguridad con la que se lo dijo a su madre, Soraya Tenorio.

“Mamita, cuando sea grande te compraré todas las vajillas que tú necesites”, lo que terminó en risas.

"Siempre ha estado en todo, desde cuando me llevaba como mascota a los equipos en que él jugaba. Mi papá es mi amigo, mi hermano, es lo máximo”.
De Fidel para Alonso

Alonso tiene días marcados en su vida, como cuando Fidel fue por primera vez a Quito y conoció el estadio Atahualpa, en aquel partido vio al famoso Rivaldo de Brasil, eso fue motivante para él.

Fidel decía en casa que iba a entrenar hasta cuando salga en televisión como jugador. Recuerda que una de las primeras ocasiones en que lo hizo fue a lo grande, cuando ganó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Río en 2007. Ese día hubo un gran festejo, su hijo había cumplido.

Alonso no solo es padre, también fue su representante cuando Fidel estuvo en Deportivo Quito, sin embargo, se llena de orgullo de que es y será su consejero toda la vida, tanto dentro como fuera de la cancha, sitios en los que el eficaz delantero reparte su ‘Alegría y Atrevimiento’.