Deportes
Pulgas: el hincha peludo de Liga de Quito
Llegó por comida al estadio albo hace 10 años y hoy es el más querido de la casa del Rey de Copas.

Álex Reyes, administrador del complejo azucena, ha entrenado al animal y lo ha cuidado como si fuera suyo.
Hace una década, un cachorro llegó al complejo de Liga de Quito, ubicado en el sector de Pomasqui, en busca de agua y comida. El personal de administración del escenario acogió al perro y lo llamó Pulgas para que, 10 años después, sea el miembro más querido de la casa del Rey de Copas.
Pero Pulgas ha vivido varias aventuras –además, por supuesto, de codearse con los jugadores del cuadro albo–. Así contó a EXTRA Álex Reyes, administrador del complejo azucena, quien ha entrenado al animal y lo ha cuidado como si fuera suyo.
“Es manso y se lleva bien con todo el mundo. Me sigue a todos lados”, comentó Reyes quien, al caminar aunque sea un metro de distancia, es fielmente perseguido por este can. Cuando le pide que se siente o que le dé la mano, Pulgas obedece fielmente, aunque llama la atención que, cuando otra persona le pide lo mismo, no lo hace. Reconoce a Reyes como su amo y lo protege.
Una de las más grandes aventuras de Pulgas fue hace un par de años, cuando la administración del complejo pidió que todos los perros que vivían dentro del lugar fueran dados en adopción. Reyes, con sentimientos encontrados, tuvo que renunciar a su mascota y le consiguió un hogar adoptivo, lejos del sector de Pomasqui.
“Un señor se llevó al perrito y yo pensé que hasta ahí llegaba mi historia con él. Pero unos días después, el Pulgas llegó al complejo. Estaba sucio, despeinado y con hambre. Se escapó de su nueva casa para volver”. Al parecer, el animal cruzó media ciudad para regresar a ese que él reconoce como su hogar.
Cada vez que alguien lo llama por su nombre o con silbidos, Pulgas mueve la cola y, aunque se deja acariciar por cuanto visitante llega al complejo, nunca se despega de su amo. “Él está entrenado y sabe que no puede entrar a la cancha, por ejemplo. Cuando yo entro a la cancha para arreglar o recoger las cosas, el Pulgas se queda sentado en la entrada esperando que yo salga”.
Así como respeta el espacio de entrenamiento de la plantilla de Pablo Repetto, este perrito también sabe que no puede ingresar al establecimiento del complejo, donde el equipo concentra y, prácticamente, vive. “Cuando entro él se queda esperándome afuera pero, eso sí, no se mueve hasta que yo salgo”.
Reyes dice que su mascota es hincha de Liga. Y, aunque Pulgas no lo puede corroborar –así como no puede contar todo lo que vio y vivió cuando huyó para volver al complejo albo–, una cosa sí es segura: el animal vive feliz rodeado del campeón de Ecuador.