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Las medidas contra el racismo en el fútbol ecuatoriano, ¿insuficientes?
A criterio del presidente del gremio arbitral ecuatoriano, Luis Muentes, se ha hecho poco o nada en este aspecto.

Imagen referencial.
La problemática no cesa. Nuevamente, un acto racista vuelve a dar la vuelta al mundo del fútbol. En esta ocasión, la víctima fue la joven estrella italiana Moise Kean, delantero de 19 años con ascendencia marfileña.
En el partido del pasado 2 de abril entre Juventus —club donde milita Kean— ante el Cagliari, el futbolista recibió cánticos racistas por parte de la hinchada rival.
En los últimos cinco minutos del compromiso, el delantero también fue objeto de insultos cada vez que tocó el balón. Esto lo corroboró su compañero francés Blaise Matuidi (también afrodescendiente), quien hace un año en el mismo estadio sufrió el mismo trato.
Días antes de este suceso, sucedió algo parecido con el inglés Danny Rose, quien en el partido con su selección ante Montenegro, por las eliminatorias a la Eurocopa del 2020, él y otros jugadores fueron víctimas de cánticos racistas por parte del público rival.
“No veo la hora de retirarme del fútbol”, declaró recientemente el lateral zurdo, quien además cuestionó la poca dureza de las sanciones por motivo de estas situaciones. “Cuando la multa a un país por este motivo equivale a lo que yo me gasto en salir una noche en Londres, ¿qué se puede esperar?”, dijo Rose, en una entrevista con la BBC.
EL CASO ECUATORIANO
Según el artículo 51 del Reglamento del Comité Ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, “si durante el desarrollo de una programación se realizaren manifestaciones de tipo racistas (...) el árbitro detendrá el partido hasta que cesen tales manifestaciones. Si llegase a transcurrir treinta minutos y los actos a los que se refiere esta disposición continuaren, el árbitro suspenderá el partido de manera definitiva”.
Sin embargo, a criterio del presidente del gremio arbitral ecuatoriano, Luis Muentes, se ha hecho poco o nada en este aspecto. “Cuando se logra identificar, informar, las sanciones son simples, no se actúa con dureza al respecto, más aún cuando en nuestro país tenemos un gran número de afrodescendientes”, aseguró Muentes a EXTRA.
“Los hinchas gritan semana a semana, es algo común. En todas las divisiones del fútbol se da esto, hasta en las divisiones formativas”, agregó y subrayó además que los referees afroecuatorianos sufren también vejámenes semana a semana.
Los episodios de racismo más recientes en el balompié nacional se remontan a agosto de 2018, cuando el arquero de El Nacional Johan Padilla, denunció que hinchas de Técnico Universitario imitaron aullidos de monos y lanzaron un trozo de hielo. Ante esto, acudió al juez Marlon Vera para que tome las acciones pertinentes. Sin embargo, de acuerdo al portero, lo que recibió fue una tarjeta amarilla e insultos de parte del colegiado para que reanude el juego con rapidez.
Muentes rechazó esta situación y destacó la actitud de Padilla por tener la determinación de denunciar pues, según el colegiado, esto se ha visto como un tema normal y son pocos los que hablan al respecto. Días antes de este suceso, Javier Quiñónez, también de El Nacional, denunció que el jugador de Liga de Quito, Gastón Rodríguez, le había propinado insultos racistas.
“Cuando se sancione drásticamente y la gente se de cuenta de que está muy mal hacerlo, vamos a comenzar a tener un impacto positivo”, recalcó Muentes.