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En Sauces 2 le hacen un 'gol' a los vicios
En este sector del norte de Guayaquil, todos los días, cientos de niños se divierten y entrenan en la cancha sintética que fue rescatada e inaugurada.
La comunidad de Sauces 2, en especial los más chicos, está 'felizota' por la nueva cancha sintética que tienen.
Antes, el mismo terreno de juego, que era de tierra, lo tenían que sortear con personas que en algún momento se adueñaron del espacio, que lo “usaban como fumadero” y “guarida de ladrones”.
Pero tras un arduo trabajo del Consejo Barrial Sauces 2, los habitantes de este sector del norte de Guayaquil recuperaron el parque y en especial la cancha de fútbol, donde desde hace más de tres años vienen trabajando en actividades deportivas, para alejar a los niños y jóvenes de los vicios.
“Empezamos con un grupo de unos veinte chicos y ahora tenemos más de cien”, dijo Cecilio Mendoza, entrenador de fútbol y presidente del Consejo Barrial de Sauces 2.
Indicó que la cancha sintética fue entregada en diciembre pasado, pero por la pandemia recién en este mes la han podido estrenar.
“Los chicos estaban ansiosos de entrar y pisar la cancha. No lo podíamos hacer porque estábamos con las restricciones, pero ahora los niños están contentos de entrenar en su nuevo campo de fútbol”.
Mendoza explicó que los horarios de entrenamiento arrancan a partir de las 17:30, cuando los menores han terminado sus actividades escolares.
A esa hora la cancha la ‘invaden’ los niños y niñas, quienes están atentos a las indicaciones de los entrenadores.
Danna Cobeña es una de las chicas que entrena en este lugar. La menor, de 15 años, recordó que fue una de las primeras en integrar el equipo de fútbol de Sauces 2.
“Llegué acá hace tres años. Luego de hacer mis deberes siempre venía al parque y veía que estaban jugando fútbol. Un día me acerqué y le dije al profe Cecilio que me dejara entrenar y desde ese entonces me preparo acá”, dijo la joven.
Mendoza hizo una invitación a todos los niños y jóvenes de ciudadelas aledañas para que puedan entrenar en el lugar.
“Acá no cobramos mensualidad, los padres dan un aporte voluntario, que sirve para el mantenimiento general de la cancha. Todo lo hacemos para alejar a los niños y jóvenes de los vicios”.
