Sebastián Beccacece puso el foco en un objetivo emocional y deportivo: no conformarse con la clasificación al Mundial 2026 sino intentar romper una vieja racha frente a Argentina. En rueda de prensa, el seleccionador argentino dejó claro que el duelo del martes será más que un cierre de eliminatoria: será una oportunidad para regalarle una alegría a la afición y buscar un triunfo histórico.

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"Enfrentaremos a Argentina con el mismo respeto que a todos los rivales, se trata del campeón del mundo, pero queremos romper una racha y poderle ganar. Ese es un gran desafío para nuestro equipo, y poderle brindar una alegría a nuestra gente", resaltó Beccacece, frase que marcó el tono de su intervención y puso en valor la ambición del grupo pese a haber cumplido el primer objetivo: la clasificación.

El técnico destacó que el proceso inició hace un año y que la intención ahora es sostener y consolidar lo hecho, analizar lo avanzado al final de la eliminatoria y —por el momento— celebrar los logros alcanzados. Reconoció a la vez que hay elementos por mejorar, pero defendió avances concretos: el equipo pudo sumar un 45 % de puntos jugando como visitante y logró “jugar de igual a igual” fuera de la altura de Quito, un cambio de dinámica respecto a ciclos anteriores que se apoyaban mayormente en la altitud.

Beccacece también reivindicó la recuperación de piezas clave. Puso como ejemplo a Enner Valencia, que en ocho partidos anotó cinco goles y que se despedirá en este encuentro de las eliminatorias con 46 tantos acumulados con la camiseta nacional, una cifra que lo convierte en uno de los goleadores emblemáticos del proceso.

¿Es realista pensar en vencer al campeón del mundo?

El director técnico no se quedó en la retórica: explicó que la idea fue crear un equipo sólido y equilibrado. "También ensamblamos un sistema defensivo con el que en once partidos se recibió solo dos goles, pudimos darle continuidad a esa solidez, que la seguimos desarrollando, pero hay muchas cosas más que seguir trabajando", indicó. Esa cifra defensiva es uno de los argumentos que utiliza para sostener que Ecuador llega con trabajo y estructura a este último compromiso.

Otros datos respaldan su discurso: Ecuador comenzó estas eliminatorias con la desventaja de menos tres puntos debido a la sanción del TAS por el caso Byron Castillo, pero aun así logró asegurar la clasificación anticipada al Mundial. Además, consolidó un rendimiento competitivo fuera de casa y se midió a rivales grandes en escenarios distintos a la altura, como el empate 0-0 ante Brasil en Guayaquil.

Frente a las críticas y a llamados públicos para un cambio de entrenador, Beccacece pidió tomar lo constructivo y no dispersarse: su responsabilidad es “tomar todo lo que aporte” y “no desgastar energía en lo que no depende de uno”. A la afición le solicitó apoyo y unidad: “se lograrán muchas cosas estando unidos por la misma causa”, dijo, recalcando la meta de “hacer que Ecuador tenga su mejor mundial y para eso seguiremos trabajando y mejorando”.

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