¡Soberbia remontada de Barcelona!

Parecía un sueño el volver a vivir el básquet en Guayaquil, excuna de campeones. Se me pasaba por la cabeza la época de mi niñez y adolescencia cuando mi padre y parientes me llevaban al viejo coliseo Huancavilca a ver jugar a mi tío-abuelo Víctor ‘Caballito’ Zeballos o cuando se tumbaban las puertas para ver el ex ‘clásico del baloncesto’ entre LDE-Athletic, clubes desaparecidos.

Retrocedí más en el tiempo, cuando iba al ‘Coliseo Cubierto’, ahora llamado ‘Voltaire Paladines’, para vibrar y vitorear los apasionantes clásicos nacionales entre Guayas-Pichincha, en varones, y Guayas-Esmeraldas, en damas.

Me adentraba en el pasado, cuando en una semana se jugaban 3 clásicos del Astillero en deportes como el béisbol, básquet y fútbol. ¡Qué tiempos aquellos!... ¿Volverán?... creo que no.

La noche del pasado miércoles, en otro histórico coliseo como el ‘Abel Jiménez Parra’, nombre de una gloria del baloncesto guayaquileño, ubicado en una zona populosa, Capitán Nájera y Tungurahua, comenzaba el despertar de la número 6 con la integración de una nueva Liga Provincial de Basquetbol.

El bautizo fue de lo más acertado con la tan apasionante rivalidad entre dos grandes del Astillero como Barcelona-Emelec. El organizador del evento, el dirigente Enrique Segura, daba un premio a quien recordara la última vez que jugaron ambos quintetos.

Fue difícil precisarlo. Ni siquiera acertaron los historiadores deportivos. Algunos de la ‘vieja guardia’ del baloncesto decían que no se jugaba desde hace más de 20 años.

Sea cual fuere el tiempo, se volvieron a medir en un rectángulo. Con un coliseo a reventar, muchos estaban ávidos del retorno de este maravilloso deporte que deslumbra en muchos países del mundo.