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Donald Trump y Giovanni Infantino se robaron el show en el sorteo del Mundial.WILL OLIVER

Trump domina la escena del Mundial 2026 y la Tri enfrenta un grupo desafiante

La influencia política de Donald Trump marcó por completo la organización del Mundial 2026, eclipsando a México y Canadá

La organización tripartita del Campeonato Mundial de Fútbol 2026 es una ficción, una mera formalidad. México y Canadá son, a duras penas, acompañantes marginales de Estados Unidos, que se lleva toda la atención. La puesta en marcha del torneo encontró a Donald Trump envuelto en la gloria de su regreso a la Presidencia, lugar desde el cual interviene decisivamente tanto en los asuntos serios como en los faranduleros del planeta.

Y si de farándula hablamos, el fútbol es la cima global de esta actividad. En el Mundial de Clubes, disputado en Estados Unidos a mediados de 2025, ya vimos a Trump como protagonista y dueño absoluto de los flashes, incluso por encima de los futbolistas y de Gianni Infantino, presidente de la FIFA, quien no ha tenido ningún problema en ser opacado por el mandatario estadounidense.

La historia de la organización de todas las ediciones de la Copa del Mundo recoge casos de países que debieron hacer sacrificios y concesiones a la FIFA para sacar adelante sus torneos, renuncias que a veces rozaron la pérdida de soberanía. Pero en el caso de EE. UU., parece que es la FIFA la que busca agradar a su anfitrión.

La bandera de Ecuador presente en el sorteo del Mundial 2026.ROBERTO SCHMIDT

De Zúrich hasta Miami

Se han registrado varias jugadas claves en ese sentido. Por ejemplo, la FIFA descentralizó su área jurídica (una de las más importantes) desde su sede principal en Zúrich hasta Miami. El departamento de cumplimiento institucional también cambió su domicilio a Florida, al igual que funcionarios de otras dependencias que ya no deciden los destinos del balompié mundial desde Suiza, sino desde un lugar más tropical, estratégico y nada neutral.

El sorteo de grupos del viernes también reflejó el carácter y la autoridad del presidente Trump. Inicialmente el evento iba a celebrarse en Las Vegas, como ocurrió con la Copa del Mundo de 1994, pero finalmente se trasladó al Kennedy Center de Washington, a orillas del río Potomac y a un paso de la Casa Blanca. Apenas asumió su segundo mandato, Trump se hizo nombrar presidente del directorio de la organización cultural que gestiona este centro, cuya tradición, hasta entonces, había sido pluralista y concertadora.

El sorteo del Mundial 2026 se realizó este 5 de noviembre de 2025 en Estados Unidos.FIFA

El efecto del presidente Trump

La figura del presidente de Estados Unidos eclipsó por completo a sus pares de México y Canadá: Claudia Sheinbaum y Mark Carney, respectivamente. Sheinbaum confirmó su asistencia al sorteo apenas el día anterior y ha participado de forma marginal en las actividades relacionadas con el Mundial. Carney, apenas nueve meses después de asumir como primer ministro de Canadá, también quedó relegado. Ambos tuvieron que presenciar en primera fila cómo Infantino, con sonrisa beatífica, entregaba a Trump el recién creado Premio FIFA de la Paz, simbolizado en un trofeo más grande que la propia Copa del Mundo.

Así, Donald Trump encuentra en el fútbol un nuevo escenario donde desplegar el histrionismo con que reviste su autoridad. Todo gracias a la anuencia (y hasta el fervor) de una FIFA feliz de hallar en el puntal de la geopolítica mundial el perdón definitivo por aquel drama que fue el Fifagate.

¿Hay esperanzas para la selección Ecuatoriana?

La Tri cayó en el grupo E, junto a Alemania, Costa de Marfil y la debutante Curazao. Toda la opinión pública deportiva se ha volcado a hacer sumas y restas entre el trance místico del optimismo desmedido y la exigencia de lograr una actuación inédita.

La realidad indica que Ecuador se medirá a una Alemania que es protagonista eterna del Mundial, obligada (ellos sí) por su historia a no quedarse en fase de grupos por tercera vez consecutiva y, por fin, recoger los frutos del cambio generacional iniciado tras Brasil 2014.

Ecuador está en el Grupo E del Mundial 2026.Archivo

También enfrentará a Costa de Marfil, representante de ese balompié africano emparentado con el nuestro, en el que la potencia física y la velocidad marcan la diferencia sobre otros estilos. Precisamente con un rival de ese corte (Senegal) la Tri quedó eliminada en el Mundial de 2022.

Finalmente, Curazao es juzgada hoy desde el desconocimiento. Pero aún hay tiempo hasta junio del próximo año para descubrir que esta isla del Caribe es, futbolísticamente hablando, europea: sus jugadores no son aficionados, sino profesionales formados bajo la línea neerlandesa y dirigidos por un técnico histórico como Dick Advocaat.

Los cálculos y la moral alta no sirven de mucho si no se dimensiona la realidad. Ecuador es un equipo descompensado, que a ratos resulta incluso inofensivo y cuyas esperanzas de hacer daño dependerán de repuntes individuales de última hora. Sin embargo, la posibilidad de clasificar como uno de los mejores terceros permite avivar cierta esperanza de superar la fase de grupos. Sería imposible e irresponsable alimentar el paso a otros umbrales.

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