Un Ángel vestido de amarillo

Varias personas esperaban el bus fuera del centro comercial Cima, en el norte de Barinas. Nadie tenía idea que un hincha ecuatoriano, con la camiseta de Barcelona, se convertiría en un Papá Noel en un abrir y cerrar de ojos. Así arribó Ángel Encalada, socio del equipo amarillo. Repleto de regalos hasta tierras venezolanas.

Un bolso con el escudo de Barcelona guardaba fundas con cepillos de dientes, pasta dental, jabón, víveres y hasta camisetas. Además de pulseras y llaveros del Ídolo.

Lo que vivimos en ese momento fue muy fuerte. Los venezolanos, emocionados, le destacaron como un enviado de Dios, porque les había llevado lo que ellos no tenían.

“Dios es grande, muchas gracias. Me hacía falta el jabón. Pero, ¿de dónde salió usted?”, exclamó Alberto, un barinense que se dedica a manejar una moto con la cual se gana la vida.

Las fundas desaparecieron por arte de magia, entre un mar de agradecimientos y abrazos al solidario ecuatoriano.