La madrugada de este martes 2 de septiembre de 2025, efectivos del Ejército ejecutaron una operación militar en el Centro de Privación de Libertad N.º 2 de Esmeraldas, donde descubrieron un escondite insólito: teléfonos celulares encaletados en las paredes de los calabozos. El operativo se realizó bajo protocolos de respeto a los derechos humanos de las personas privadas de libertad, pero con un despliegue firme para recuperar el control en una de las cárceles más conflictivas del país.

El hallazgo revela el ingenio con el que los internos intentan burlar la seguridad. Según el reporte oficial, los uniformados incautaron 17 dispositivos móviles, algunos de ellos en compartimentos improvisados dentro de las paredes. Además, se decomisaron pipas para el consumo de droga y una considerable cantidad de sustancias sujetas a fiscalización: 19 sobres con presunta marihuana y 31 sobres con presunta cocaína.

Muros perforados para ocultar los aparatos

Las imágenes difundidas por las autoridades muestran cómo los muros habían sido perforados y sellados nuevamente para ocultar los aparatos, que suelen ser utilizados para coordinar actividades ilícitas desde el interior de los centros penitenciarios.

La intervención forma parte de los operativos militares que, desde inicios de año, se realizan en los centros de privación de libertad del país, tras declaratorias de estados de excepción por la crisis carcelaria. En Esmeraldas, esta cárcel ha sido escenario de episodios violentos y disputas entre grupos delictivos que buscan controlar los pabellones.

El Ejército informó que el material decomisado fue entregado a la Policía Nacional para las investigaciones correspondientes. Mientras tanto, se prevé que continúen los allanamientos sorpresa con el fin de evitar que las cárceles sigan operando como centros de comando para actividades ilícitas.

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