Las principales operadoras privadas de telefonía móvil en Ecuador, Claro y Tigo, obtuvieron la renovación de sus concesiones por 15 años, lo que les permitirá seguir prestando el servicio en el país hasta el año 2038. La confirmación oficial llegó tras la firma de los contratos con el Ministerio de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información (MINTEL), que destacó el alcance económico y tecnológico del acuerdo.

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La noticia también marca el cierre de un proceso de negociación prolongado, pues las concesiones originales, otorgadas en 2008, habían expirado en 2023. Desde entonces, las compañías habían continuado operando mediante prórrogas temporales mientras se definían los nuevos términos. Con la renovación, el Gobierno aseguró que se garantiza “beneficios económicos y de servicio para el país y los usuarios, en concordancia con la realidad del mercado, las tendencias tecnológicas y las proyecciones a futuro”.

La renovación incluye además los dos años de extensiones con los que las empresas operaron de forma provisional, de modo que el nuevo plazo total cubre también ese período, manteniendo la duración de 15 años como en el contrato anterior.

¿Qué implica la renovación para el mercado ecuatoriano?

El anuncio coincidió con la confirmación de la compra de Telefónica Ecuador por parte de Millicom, matriz de Tigo, una operación valorada en 380 millones de dólares. Con esta adquisición, Millicom consolida su presencia en el país y cierra el proceso de transición que se mantenía en pausa hasta que se definiera la nueva concesión.

Durante las negociaciones, Claro —a través de su filial Conecel— y Tigo —bajo el nombre de Otecel— continuaron prestando sus servicios en todo el territorio nacional sin interrupciones, pese a que sus licencias ya habían vencido. La firma de los contratos pone fin a esa situación de incertidumbre y abre paso a un nuevo ciclo de inversión en infraestructura y tecnología móvil.

Según datos oficiales, hasta agosto de 2025 se registraban 18,3 millones de líneas activas de telefonía móvil en Ecuador. De ellas, Claro mantiene el 52,4 % del mercado, seguida por Tigo con el 29,5 %, mientras que la Compañía Nacional de Telecomunicaciones (CNT), operadora estatal, representa el 17,4 %.

¿Qué se espera de las nuevas concesiones?

Aunque el Ministerio no reveló los términos económicos ni los compromisos específicos, el acuerdo busca fortalecer la cobertura, mejorar la calidad del servicio e impulsar la modernización tecnológica, especialmente en redes 4G y 5G. Con la estabilidad jurídica asegurada hasta 2038, el país proyecta una mayor competencia en precios, innovación y acceso a la conectividad en zonas rurales.

La renovación de Claro y Tigo marca así un punto clave para el sector de telecomunicaciones ecuatoriano, que se prepara para una nueva etapa de inversión y expansión bajo marcos contractuales definidos y de largo plazo.

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