La parroquia Sabanilla, en el cantón Celica, provincia de Loja, volvió a aparecer en el radar de las autoridades tras una operación militar que apuntó directamente a frenar la minería ilegal en la frontera sur. Con información de inteligencia y un despliegue táctico minucioso, el Batallón de Infantería N.° 19 “Carchi” intervino una zona considerada de alto riesgo por su difícil acceso y las señales de actividad clandestina detectadas en los últimos días.

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En el recorrido, los militares identificaron once bocaminas de distintas dimensiones, algunas excavadas con evidente continuidad. Técnicos del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, acompañados por personal de la ARCOM, verificaron la estabilidad de cada estructura y definieron los puntos de destrucción. La neutralización se realizó in situ mediante cargas controladas, un procedimiento que busca evitar que los accesos puedan ser reutilizados o representen un riesgo para quienes circulan por el sector.

Una alerta ambiental y de seguridad en la frontera

Las autoridades confirmaron que la presencia de estas bocaminas evidencia un patrón de actividad clandestina que opera en silencio aprovechando la geografía montañosa de Celica. Las estructuras, camufladas entre vegetación y pendientes abruptas, mostraban rastros de uso reciente, lo que refuerza la preocupación por el avance de la minería ilegal en zonas de frontera donde la vigilancia es compleja y las rutas de acceso son limitadas.

Fuentes militares aseguraron que estas operaciones continuarán en distintos puntos de la provincia de Loja, especialmente en áreas que registran indicios de explotación no autorizada. El Ejército recalcó que la destrucción de las once bocaminas forma parte de un plan sostenido para proteger los recursos naturales, evitar daños ambientales y garantizar la seguridad de las comunidades que viven en los límites del territorio nacional.

Desde la institución castrense se hizo un llamado a mantener la denuncia activa y a colaborar con información que permita detectar movimientos irregulares en zonas rurales. La intervención en Sabanilla, sostienen, deja claro que la minería ilegal no tendrá espacio en la frontera sur.

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